La violencia en Chiapas no cesa y es que diversos pobladores reportaron a medios de comunicación locales que el pasado 4 de enero hubo un enfrentamiento entre integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa en el Ejido de Nueva Morelia, ubicado en el municipio de Chicomuselo, que dejó más de 30 muertos, de acuerdo con Isaín Mandujano, corresponsal de Proceso en esa entidad.
El periodista relató para “Atando Cabos” con Denise Maerker que la localidad en la que se registró la masacre es de difícil acceso y hasta ahora ninguna autoridad de los tres niveles ha confirmado o desmentido el hecho.
No obstante, pobladores de la zona enviaron diversos videos del enfrentamiento, pero se desconoce la identidad de las víctimas y trascendió que hubo 30 víctimas que eran integrantes del CJNG, uno que era residente de La Pita, otro del Ejido Las Flores y tres más del Ejido de Nueva Morelia.
“Son más de 30 personas las que fallecieron. La información más reciente es que están abriendo fosas comunes los pocos pobladores que siguen en la zona. Ninguna autoridad, ni el Ejército ni la Guardia Nacional ni Protección Civil ni autoridades municipales o estatales han confirmado este dato”, comentó.
El Cártel de Sinaloa y el CJG se disputan el control de la frontera de Chiapas con Guatemala y el Ejido donde ocurrió el enfrentamiento está cerca de la misma.
CJNG y Cártel de Sinaloa también buscan controlar zona minera de Chiapas
Además, Mandujano señaló que el Ejido Nueva Morelia tiene relevancia porque está en una zona minera, ahí hay un banco de barita y es un mineral “muy cotizado”, el cual suelen comprar distintas empresas proveedoras y contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El corresponsal también informó que varios habitantes de la zona en la que ocurrió el enfrentamiento entre el CJNG y el de Sinaloa huyeron, los víveres se agotaron, las tiendas permanecen cerradas, no hay transporte público y se registra un desabasto de agua potable.
Asimismo, predomina el miedo entre los habitantes, muchos no quieren hablar, y otros son reclutados por los grupos criminales de manera forzosa. Mandujano destacó que varios reporteros que laboran en esta zona de Chiapas la abandonaron porque tampoco hay garantías para ejercer el periodismo ni seguridad.
Con información de Radio Fórmula