Un grupo de científicos chinos ha logrado la primera clonación exitosa de primates de la especie rhesus (común desde Afganistán al norte de la India y China meridional).
El mono, bautizado como Retro, es un caso excepcional, pues este proceso es realmente complejo con métodos que pueden ser poco eficientes.
Esta hazaña se ha producido casi 25 años después de la clonación de la oveja mundialmente conocida Dolly, que fue el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta y que falleció a los seis años de edad en el Instituto Roslin de Edimburgo.
Ahora, y según el estudio publicado en la revista Nature Communications, los investigadores, liderados por Zhen Liu y Qiang Sun han conseguido clonar otra especie. La primera clonación de primates se produjo en 2018 con dos monos cangrejo.
En conversación con ‘Guías de Salud’, Salvador Macip, Catedrático de los Estudios de Salud de la UOC, explica que “es un paso adelante en la clonación, pese a que sigue más o menos el mismo procedimiento básico que se hizo con la oveja Dolly, aunque es una técnica complicada porque requiere del uso de muchos óvulos”.
Dolly: un antes y un después en la ciencia
La famosa oveja Dolly fue “creada” por los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell. Nació el 5 de julio de 1996, aunque no fue anunciado hasta siete meses después, el 22 de febrero de 1997, en el Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia).
Fue un resultado de una combinación nuclear desde una célula donante diferenciada a un ovocito secundario, que no estaba fecundado y anucleado, es decir, sin núcleo. Pero su nacimiento fue un largo proceso: se realizaron 277 fusiones de óvulos anucleados con núcleos de células mamarias.
La oveja Dolly tuvo seis hijos. Sin embargo, en otoño de 2001 desarrolló artritis, lo que le produjo serios problemas para caminar.
Comenzó un tratamiento con fármacos antiinflamatorios, pero el 14 de febrero de 2003 fue sacrificada con tan solo cinco años por otra dolencia: una enfermedad progresiva pulmonar. Su raza, finlandesa-Dorset, tiene una esperanza de vida estimada de 12 años.
¿Qué importancia tiene este logro científico?
El experto asegura a este portal que “tener animales que son genéticamente iguales a los seres humanos nos permite hacer mejores experimentos”. Así, se pueden utilizar los monos de laboratorio clonados para agilizar las pruebas de laboratorio para tratar enfermedades como, por ejemplo, el alzhéimer.
Aunque las ratas Wistar, que son la especie más populares para la investigación en el laboratorio, tienen similitudes genéticas con nosotros (aunque su aspecto exterior difiera y mucho del de los humanos) presentan una gran desventaja: el cerebro. Es muy diferente al que tenemos los seres humanos.
Y los primates son lo más cercano a nuestra especie, lo que supone una “mejora” para algunos experimentos. Aunque, aclara el médico e investigador, los primates apenas se utilizan en pruebas de laboratorios y estudios biomédicos. “Son poco habituales”, señala.
De hecho, la legislación europea prohíbe el uso de primates no humanos a no ser que el estudio esté destinado a investigar una enfermedad grave y mortal que afecte directamente a los seres humanos o a los propios primates.
“El uso de primates no humanos con fines de ensayo está sujeto a restricciones, y el empleo de simios antropoides (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) está prohibido”, dice la directiva de la Unión Europea relativa a la protección de los animales.
Con información de: Levante