A causa del desgaste natural, pero también por los múltiples eventos populares que ahí se realizan, la Plaza de Fundadores muestra un fuerte deterioro de muchas de sus baldosas, algunas de las cuales tienen hundimientos de hasta cinco centímetros de profundidad.
Estos hoyancos, para las y los peatones, son un riesgo considerable de caída y en algunos casos, como el de las mujeres que calzan zapatillas de tacón alto, hacen imposible el cruzar de forma segura la popular explanada.
Los daños más recientes se generaron en diciembre con la instalación de la “Villa Navideña”, atractivo que obligó a perforar varios cuadros de hasta tres centímetros de profundidad para anclar algunas de las estructuras, incluyendo el tradicional árbol de luces que, en esta ocasión, tuvo una armazón mucho más sólida y pesada que en la edición del 2022.
Sería conveniente que entre ambas autoridades, la municipal y la del estado, hubiera coordinación para reparar los daños ocasionados y acumulados en la plancha de Los Fundadores, a fin de lograr un piso mucho más uniforme y atractivo no sólo para los de casa, sino también para los miles de visitantes que seguramente vendrán a la capital potosina en las vacaciones de Semana Santa.
Con información de: Pulso