Desde tiempos inmemoriales, una pregunta ha dividido opiniones y generado intensos debates en cenas, reuniones y hasta en la intimidad del consultorio terapéutico: en el terreno del amor y la intimidad, ¿quién lleva la delantera, los solteros o los casados?
Este eterno dilema, que oscila entre mitos urbanos y verdades a medias, ha sido objeto de numerosas bromas, suposiciones y, más importante aún, de rigurosos estudios científicos. En esta ocasión, nos sumergimos en las aguas de la investigación contemporánea para desvelar las realidades detrás de este debate centenario. Analizaremos recientes hallazgos procedentes de prestigiosas instituciones, como la Universidad de Nueva York y la Universidad Estatal de Michigan, para ofrecer una perspectiva fundamentada y actualizada sobre esta intrigante cuestión.
La eterna pregunta sobre si los solteros o los casados tienen más sexo parece tener una respuesta respaldada por estudios recientes. Según una investigación realizada por la Universidad de Nueva York, se encontró que los casados tienen relaciones sexuales en mayor proporción que los solteros. E
El estudio señaló que el 45,8% de las personas con pareja estable tienen relaciones sexuales entre 2 y 3 veces por semana, en contraste con solo el 8% de los solteros que alcanzan esta cifra. Además, solo el 1% de los hombres y el 3% de las mujeres comprometidos afirmaron no haber tenido relaciones en el último año, frente a un 23% de solteros varones y un 32% de mujeres solteras. Los investigadores concluyeron que la convivencia puede aumentar la pasión y la confianza, lo que lleva a una mayor apertura y experimentación en materia sexual.
Por otro lado, un estudio de la Universidad Estatal de Michigan investigó la felicidad de más de 7,500 personas, desde los 18 hasta los 60 años, en relación con su estado civil. Los resultados, publicados en la revista Journal of Positive Psychology, no encontraron grandes diferencias en los niveles de felicidad entre solteros y casados.
De hecho, el estudio reveló que el 79% de los participantes que estuvieron casados de manera constante y el 8% que pasaron la mayor parte de su vida solos no mostraron diferencias significativas en cuanto a su felicidad al final de sus vidas. Este hallazgo sugiere que la experiencia de haber “amado y perdido” es comparable, en términos de felicidad, a la de aquellos que “nunca han amado en absoluto”.
Entonces, mientras que los casados pueden tener más relaciones sexuales que los solteros, según los estudios mencionados, la felicidad no parece estar directamente correlacionada con el estado civil. Estos resultados pueden contribuir a desmitificar la creencia de que la soltería o el matrimonio son superiores uno al otro en términos de satisfacción sexual o felicidad general.
El terreno del amor, la felicidad y la intimidad es tan diverso como la propia humanidad. Los estudios mencionados iluminan aspectos de una discusión tradicional, aportando datos y conclusiones que nos invitan a reflexionar más allá de los clichés. Sin embargo, en la búsqueda de respuestas, es esencial recordar que cada individuo es un mundo, y lo que funciona para uno puede no ser el caso para otro. En última instancia, la felicidad y la satisfacción personal, ya sea en soltería o en matrimonio, son tan únicas como la huella digital de cada ser humano.
Te invitamos a compartir tus experiencias y opiniones. Después de todo, la diversidad de perspectivas enriquece el diálogo y nos ayuda a entender mejor la amplia gama de relaciones humanas. ¿Y tú, qué opinas? ¿Crees que estos resultados reflejan la realidad de la sociedad actual?
Con información de: Excelsior