Al menos tres días transcurrieron desde la muerte de Alejandro Elizondo (58), hasta que fue encontrado sin vida por las autoridades. Las alarmas se activaron luego de que los vecinos notaran que el hombre llevaba varios días sin salir de su casa en San Juan. Su hermano, un paciente psiquiátrico, creía que éste se encontraba durmiendo y que no quería salir de su habitación, pero los efectivos se toparon con una imagen terrorífica, debido a que los perros de la casa habían comenzado a comerse parte del cadáver.
El caso tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle Formosa al 1074, en el barrio UTA de la capital sanjuanina, cuando un móvil policial de la Comisaría 28ª, de la zona de Villa del Carril, se presentó el domingo por la tarde para constatar qué ocurría con Elizondo. La llamada de auxilio fue realizada por un vecino que manifestó su preocupación al no haber visto a Alejandro en los últimos días.
Previo a esto, se habían acercado a preguntarle a su hermano, Oscar Elizondo (45), cómo se encontraba Alejandro, quien había sido operado del corazón hace algunos días para colocarle unos stent. Sin embargo, las respuestas que ofrecía siempre apuntaba a que este “estaba durmiendo en su pieza” o “que estaba encerrado sin ganas de salir”. Ambos tenían problemas psicológicos y eran asistidos por los vecinos, aunque era el mayor de ellos quien solía tener más relación con el vecindario.
Los reportes que Oscar daba sobre Alejandro no contentaban a los vecinos, por lo que el domingo decidieron llamar a la Policía para que pudieran ingresar a la propiedad. Al presentarse en la vivienda, el menor de los hermanos volvió a repetir que la víctima se encontraba en su habitación y que llevaba varios días sin salir. No obstante, no imaginaban que lo encontrarían muerto en el suelo con signos de haber sido comido por sus perros.
Según la información publicada por Radio Popular San Luis, cuando los efectivos ingresaron a la habitación del hombre lo encontraron muerto postrado en la cama, mientras los perros se encontraban alrededor de su cuerpo. Asimismo, constataron que los hermanos vivían en malas condiciones, ya que no recibían ayuda de sus familiares y ocasionalmente los vecinos solían asistirlos.
La muerte de Elizondo fue investigada por el fiscal ayudante Francisco Nicolía y los brigadistas de UFI Delitos Especiales, quienes peritaron el interior del domicilio en busca de pruebas y/o rastros que develaran el motivo. De esta manera, el investigador ordenó que los restos fueran trasladados hacia la Morgue Judicial, para que los peritos pudieran analizar cómo fueron los últimos momentos con vida de la víctima.
Desde el portal Tiempo de San Juan informaron que los resultados de la necropsia fueron enviados al fiscal el martes por la tarde. De esta manera, las autoridades revelaron que los estudios indicaron que el deceso se dio por causas naturales y se descartó un ataque por parte de los perros que vivían en la propiedad, debido a que estos habrían comenzado a alimentarse de su cuerpo luego de que se produjera la muerte.
Por otro lado, aún restaría definirse qué ocurrirá con Oscar Elizondo, quien se encontraba bajo el cuidado de su hermano, debido a que no estaría capacitado para hacerse responsable de su propio bienestar. El destino del menor de los hermanos será definido por la Asesoría de Menores y el Juzgado de Familia, quienes evaluarán derivarlo a un instituto donde pueda ser internado o si, por el contrario, quedará bajo el cuidado de un tutor.
Por el momento, Oscar estaría bajo la guarda preventiva de un amigo de la familia que se puso a disposición, debido a que los familiares que se acercaron al domicilio al conocerse la trágica muerte de Alejandro se negaron a hacerse responsables de su familiar. En paralelo, los animales fueron entregados a la protectora Emilia Merino, mientras que la casa quedó resguardada por la Justicia.
Con información de Infobae