Reino Unido anunció este jueves que cederá a Mauricio la soberanía de un grupo de islas remotas pero de gran importancia estratégica en el océano Índico después de más de medio siglo.
Se trata de Chagos, un archipiélago de 60 kilómetros cuadrados que cuenta con más de 50 islas.
Estas incluyen el atolón tropical de Diego García, utilizado por el gobierno de Estados Unidos como base militar para sus buques de guerra y aviones bombarderos de largo alcance.
El anuncio de la cesión de la soberanía de este territorio, realizado en una declaración conjunta de los primeros ministros de Reino Unido y Mauricio, pone fin a décadas de negociaciones, a menudo conflictivas, entre los dos países.
La base estadounidense-británica permanecerá en Diego García, un punto clave que permite que el acuerdo siga adelante en un momento de crecientes rivalidades geopolíticas entre los países de Occidente, India y China.
El acuerdo aún está sujeto a la finalización de un tratado, pero ambas partes han prometido completarlo lo antes posible.
“Este es un momento decisivo en nuestra relación y una demostración de nuestro compromiso duradero con la resolución pacífica de disputas y el estado de derecho”, dijeron el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, y su par de Mauricio, Pravind Jugnauth, en la declaración conjunta.
También señalaron que están comprometidos “a garantizar el funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base existente en Diego García, que desempeña un papel vital en la seguridad regional y global”.
El tratado también “abordará los errores del pasado y demostrará el compromiso de ambas partes de apoyar el bienestar de los chagosianos”.
Como parte del acuerdo, Reino Unido proporcionará un paquete de apoyo financiero a Mauricio, incluidos pagos anuales e inversión en infraestructura, y Mauricio podrá iniciar un programa de reasentamiento en las islas Chagos, pero no en Diego García.
Allí, Reino Unido garantizará el funcionamiento de la base militar durante “un período inicial” de 99 años.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, dio la bienvenida al “histórico acuerdo”, diciendo que era una “clara demostración de que a través de la diplomacia y la asociación, los países pueden superar desafíos históricos de larga data para alcanzar resultados pacíficos y mutuamente beneficiosos”.
Agregó que el mantenimiento de la base militar “juega un papel vital en la seguridad nacional [estadounidense], regional y global”.
Expulsión de los chagosianos
El origen de la disputa se remonta a 1965, tres años antes de que Reino Unido otorgara la independencia a Mauricio.
Fue entonces que el gobierno británico decidió separar de su colonia en el océano Índico a las Islas Chagos y darles un destino diferente.
Los más de 1.500 habitantes locales fueron deportados del archipiélago para que la mayor de las islas, Diego García, pudiera ser arrendada hasta 2036 a Estados Unidos para una base militar.
Diego Garcia fue uno de los sitios usados por Washington en el controvertido programa de la CIA de vuelos secretos y transporte clandestino de prisioneros conocido en inglés como “rendition“.
El escándalo de estos vuelos estalló en 2006, cuando se supo que EE.UU. mantuvo prisiones secretas en el extranjero y trasladó ilegalmente a sospechosos de “terrorismo” a centros en terceros países conocidos por usar métodos de tortura.
El uso de Diego García en el programa de vuelos secretos de la CIA puede haber contribuido a restar simpatía a la posición británica, según analistas.
La base de Diego García ha sido también usada por EE.UU. en operaciones militares en Irak y Afganistán.
Reino Unido jamás permitió el regreso a sus hogares de la población local.
Los chagosianos descienden de esclavos de África e India que fueron llevados a las islas por colonizadores franceses a mediados del siglo XVIII, para trabajar en plantaciones de coco.
Con el tiempo desarrollaron una cultura propia y un dialecto, conocido como criollo chagosiano.
Territorio Británico del Océano Índico
En los últimos años, Reino Unido se había enfrentado a un creciente aislamiento diplomático por su reclamo de lo que denomina Territorio Británico del Océano Índico, con varios organismos de Naciones Unidas poniéndose abrumadoramente del lado de Mauricio y exigiendo que Londres entregara lo que algunos han llamado su “última colonia en África”.
El gobierno de Mauricio ha argumentado durante décadas que se vio obligado ilegalmente a entregar las Islas Chagos a cambio de su propia independencia de Reino Unido en 1968.
En ese momento, el gobierno británico ya había negociado un acuerdo secreto con EE.UU. para arrendarle el atolón más grande y usarlo como base militar.
Más tarde, Reino Unido se disculpó por haber expulsado por la fuerza a los isleños y prometió entregar las islas a Mauricio cuando ya no fueran necesarias para fines estratégicos.
Pero hasta hace muy poco, Reino Unido insistía en que Mauricio no tenía ningún derecho legítimo sobre las islas.
Un cambio en la opinión internacional
Durante décadas, la pequeña nación insular de Mauricio luchó por ganar un apoyo internacional serio en esta cuestión.
Pero recientemente la opinión de la comunidad internacional comenzó a cambiar.
Las naciones africanas empezaron a hablar con una sola voz sobre el tema, presionando a Reino Unido para la descolonización.
Luego, el Brexit -la salida de Reino Unido de la UE- dejó a muchas naciones europeas reacias a seguir respaldando la postura de Londres en los foros internacionales.
Entonces, el gobierno de Mauricio pasó al ataque y acusó al gobierno británico de amenazas verbales.
Y los mauricianos comenzaron a librar una campaña cada vez más sofisticada (en la ONU, en los tribunales y en los medios de comunicación), llegando incluso a plantar su bandera en el archipiélago sin autorización británica.
Cuestionamientos al acuerdo
Entre los chagosianos, las opiniones están divididas.
Isabelle Charlot le dijo a la BBC que el acuerdo le devolvió la esperanza de que su familia pueda regresar a las “raíces” de la isla de su padre.
Pero Frankie Bontemps, un chagosiano de segunda generación que vive en Reino Unido, le dijo a la BBC que se sentía “traicionado” y “enojado” por la noticia porque “los chagosianos nunca han participado” en las negociaciones.
“Seguimos siendo impotentes y sin voz a la hora de determinar nuestro propio futuro y el futuro de nuestra patria”, dijo, y pidió la plena inclusión de los chagosianos en la redacción del tratado.
La organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) dijo que el acuerdo “abordará los agravios cometidos contra los chagosianos en el pasado, pero parece que los crímenes continuarán durante mucho tiempo en el futuro”.
“No garantiza que los chagosianos regresen a su patria, parece prohibirles explícitamente volver a la isla más grande, Diego García, durante otro siglo, y no menciona las reparaciones que se les deben a todos para reconstruir su futuro”, dijo Clive Baldwin, asesor legal principal de HRW, en una declaración.
Debe haber consultas significativas con los chagosianos, dijo Baldwin, o Reino Unido, EE.UU. y ahora Mauricio serán responsables de “un crimen colonial que todavía continúa”.
Con información de BBC News.