Human Rights Watch y Médicos Sin Fronteras aunaron su voz el jueves y criticaron fuertemente la conducta de Israel en la guerra de Gaza, denunciando “actos de genocidio” o de “limpieza étnica”, unas acusaciones que la diplomacia israelí tachó de “mentiras”.
Desde el estallido de la guerra con el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre de 2023, Israel ha sido acusado en varias ocasiones de cometer un genocidio en Gaza, tanto por parte de oenegés que por varios países que lo han llevado ante la justicia internacional. El Ministerio israelí de Relaciones Exteriores rechazó estas acusaciones y aseguró que el informe está “lleno de mentiras”.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció en un informe “señales evidentes de limpieza étnica, con los palestinos siendo desplazados a la fuerza, quedando atrapados y bombardeados”.
El reporte documenta 41 ataques contra el personal de MSF, incluyendo bombardeos contra establecimientos sanitarios y tiros directos contra convoyes humanitarios. Asimismo, subraya el asedio que Israel impone a la Franja, que disminuyó notablemente la ayuda humanitaria suministrada al territorio palestino.
Israel exacerba una “voluntad de exterminio”, según HRW
Al ser preguntado por las acusaciones de HRW, un portavoz militar respondió a AFP que el ejército rechaza “firmemente las acusaciones”. Por su parte Estados Unidos dijo que “para calificar algo como genocidio los criterios jurídicos internacionales son muy exigentes, por lo tanto en este escenario estamos en desacuerdo”, según el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel.
El organismo israelí que supervisa los asuntos civiles en los Territorios Palestinos ocupados, el COGAT, afirma que actualmente hay tres cañerías de agua proveniente de Israel en funcionamiento.
En su informe, HRW juzga que limitar el acceso al agua de los gazatíes denota una voluntad de “exterminio” y constituye “actos de genocidio”. Sin embargo, la organización no imputa directamente a Israel un “genocidio”, dado que esta acusación requiere demostrar una intención genocida.
Acusan de dejar a Gaza “sin agua ni combustible”
HRW recuerda que el entonces ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant ordenó un “asedio completo” del territorio palestino desde el 9 de octubre de 2023. “No habrá electricidad ni comida ni agua ni carburante”, dijo entonces. HRW detalla cómo ha disminuido el suministro de agua debido a la falta de electricidad, esencial para el funcionamiento de las bombas de numerosos pozos de la red de abducción local.
Su informe cita a varios profesionales sanitarios activos en Gaza que afirman que la falta de agua ha provocado decesos al causar o favorecer la aparición de enfermedades, especialmente en lactantes. Mediante imágenes de satélite, HRW también demuestra que al menos un embalse y otras infraestructuras han sido destruidas o gravemente dañadas y acusa a Israel de limitar la entrada del material necesario para repararlas.
La organización exige a Israel “garantizar inmediatamente” una cantidad suficiente de agua, carburante y electricidad en la Franja y llama a la comunidad internacional a “tomar todas las medidas en su poder para impedir que se cometa un genocidio en Gaza”.
El ataque de Hamás resultó en la muerte de mil 208 personas del lado israelí, según un recuento de la AFP realizado a partir de datos oficiales que incluyen los rehenes muertos en cautividad en la Franja de Gaza. La campaña israelí ha causado más de 45 mil muertos en el enclave palestino, según los datos del ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que la ONU considera fiables.
Con Información de Excelsior.