En una playa en la costa de Senegal, se encuentra una aldea de pescadores, quienes con su sencillas embarcaciones de madera se disputan las diferentes riquezas marítimas que pueden encontrar: barracuda, raya, ostras, pepino de mar y el siempre bien avaluado, pez capitán. Pero hay un diminuto animal, que es la parte más pequeña de la pesca, y posiblemente, también la más valiosa, que es la moda actual entre los consumidores asiáticos.
Se trata del caballito de mar. Que según lo que contó Youssef , un pescador local, su precio está subiendo rápidamente. Lo que se ve por ejemplo también en su consumo, debido a que desde África Occidental, según informa la organización benéfica de conservación marina, Project Seahorse, durante el 2018 se exportaron 600.000 ejemplares de este animal marino.
El mayor comprador es China. Viéndose también arrastreros industriales asiáticos capturar a lo largo de los fondos marinos en África. Quienes comenzaron a conservar los caballitos de mar capturados para venderlos una vez secos en casa.
Así tripulaciones de Senegal y de otros países de África, empezaron a hacer lo mismo. Los capturaban, los secaban y se lo vendían a compradores para que después los caballitos de mar sean comercializados en China. Siendo por cierto, su comercio ilegal y perseguido por la INTERPOL, debido a que cazas furtivas como esta, provocan la extinción de muchas especies.
Según un informe de la ONG Traffic, entre el 2009 y 2017, el 24,4% de los productos marinos incautados en aviones, eran caballitos de mar. Un solo proceso de incautación puede contener hasta 20 mil de estos animales marinos, que tienen un precio de 8,8 euros cada uno.
La mayoría del comercio ilegal de productos marinos procedentes de África, son para países asiáticos tales como China y Vietnam. La alta demanda del gigante asiático, se explica porque según la medicina tradicional china, el consumo de especies vulnerables como el caballito de mar, ayudan a curar enfermedades como el asma, el insomnio y enfermedades cardiacas.
Los caballitos de mar tienden a ser secados y pulverizados para ser posteriormente vendidos. Para después ser añadidos al vino de arroz, al té o a la sopa. Al tener China más de mil millones de habitantes, el apetito nacional por cualquier producto puede tener efectos graves. Como es el caso del caballito de mar, que muchas de las 40 especies que hay de este animal, ya se encuentran en peligro extinción.
Con información de Upsocl