Una nueva exposición llegará al Museo del Virreinato de San Luis Potosí y es, considerada por los expertos, como una de las exposiciones más relevantes que han visitado la ciudad en la última década.
La exposición, denominada Viaje y Tornaviaje del Galeón de Manila, Colección Museo Franz Mayer, incluye 55 piezas únicas que comprenden obras de cerámica, textiles, plata litúrgica y civil, laca ––objeto cubierto y decorado–– mapas e instrumentos de navegación. Algunas de ellas provienen de Filipinas y China, que fueron los principales puntos de intercambio y negocio comercial entre América y Asia. Entre las piezas destacan un globo celeste proveniente de Inglaterra construido en 1799, cuyo autor es la empresa J & W Cary, un baúl proveniente de Filipinas del siglo XVIII tallado en madera con incrustaciones de hierro, una botella de cerámica perteneciente a la dinastía Ming, cuyo periodo comprende de 1573 a 1620, un barril de la ciudad de Puebla del siglo XVIII, dos rebozos construidos de hilo de seda, fechados también para el siglo XVIII y un biombo construido en el siglo XVIII de 2 metros por 4 metros de ancho, cuyo interior está ampliamente decorado.
El Galeón de Manila fue conocido también como la Nao de China, cuyo objetivo era el comercio entre la Nueva España y las islas asiáticas de Filipinas, Camboya, India, China y Japón. Algunas de dichas mercancías viajaban en diferentes naos ––embarcación grande de vela–– que tenía diferente destino y cuyo único puerto permitido en era el de Acapulco, a donde llegaban las más de dos millones de piezas, por barco, que se registraron en Filipinas. Sin embargo, Manila no reconoce dicha cantidad de exportaciones, pero sí menciona que pudieron haber sido hasta de un millón por embarcación.
Al principio de la conquista de las Filipinas el comercio era con Nueva España de sólo los frutos de las islas; pero después comenzaron a llegar a Manila chinos y japoneses mercaderes, y se formó una especie de feria constante en un pueblo situado en las inmediaciones de Manila, que se llamaba Parián, de donde le vino el nombre al gran edificio que para el comercio de efectos chinos se levantó en México algunos años después, en la plaza principal de la ciudad.
El comercio en la Nueva España se dividía en comercio que se podía llamar español y se hacia directamente con la metrópoli; americano, con las islas y puertos del continente del Nuevo Mundo; asiático, el de Manila y demás islas Filipinas, y el interior, entre los pueblos de la misma colonia.
En esos primeros años los artículos del comercio español en la colonia fueron todos aquellos que no podían encontrar los españoles en sus nuevas conquistas para cubrir las necesidades de su vida civilizada y para continuar la guerra de los naturales del país. Harina de trigo, aceite, vino, ropas, caballos y armas fueron los artículos que más se explotaron por los mercaderes que llegaban a las indias, en cambio de las cuales, en esos primeros años, sólo llevaban oro, plata, perlas y algunas piedras que se tomaron entonces por esmeraldas.
Para el comercio con las islas Filipinas, el único puerto autorizado legalmente en las costas del pacifico era el de Acapulco, porque al principio pasaron libremente todas las mercancías de Filipinas a la Nueva España, Guatemala, Tierra-Firme y Perú, por cédula real de 1579. La mayor parte de estos efectos no estaban fabricados en Manila ni en las islas Filipinas; los compraban ahí a los comerciantes chinos y japoneses los tratantes españoles y enviaban para la América.
La presente muestra será abierta al público por primera vez el próximo jueves 04 de julio a las 20 horas con acceso gratuito para todo el público. La presente muestra llega para todos los potosinos gracias al apoyo del Gobierno del Estado de San Luis Potosí a través de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí y el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México. La muestra permanecerá hasta marzo del 2020, por la relevancia de la temática y para dar oportunidad de que todos puedan conocer piezas únicas en México.