El Mar de Cortés es una de las regiones más importantes en cuanto a biodiversidad se refiere en el planeta. En 2005, fue declarado Patrimonio Natural Mundial de la Humanidad e incluso el afamado oceanógrafo francés Jacques-Yves Cousteau lo considero como el “acuario del mundo”.
Sobre este manto de agua, hogar de muchas especies naturales, Grupo México, la minera más grande del país, vertió accidentalmente 3.000 litros de ácido sulfúrico, el cual es un componente altamente corrosivo, que en concentraciones de entre 5% y 15% puede causar irritación en la piel y ojos, pero si se supera ese rango, se pueden producir quemaduras.
La relevancia de este ecosistema para México es mucha, pues en sus aguas, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), habita el 39% de los mamíferos marinos conocidos en el mundo, así como un tercio de los cetáceos y peces que resultan emblemáticos para la región como el tiburón ballena, que es el más grande del mundo.
También destaca el hecho de que a sus costas arriba la ballena gris con el fin de reproducirse. Además, también hay muchos avistamientos de ballenas azules, principalmente entre Loreto y Los Cabos, durante los meses del invierno y de la primavera.
Los cielos del Mar de Cortés igualmente son un espacio ideal, pues lo ocupan más de 56 especies de aves marinas, 26 de las cuales son migratorias y seis son casi endémicas. Asimismo, hay 154 clases de aves terrestres de 30 familias distintas.
En sus aguas, por si fuera poco, habitan dos especies endémicas que se encuentran en peligro de extinción: la vaquita marina y la totoaba. La primera es un cetáceo perteneciente a la familia de las marsopas y hoy en día es uno de los animales más amenazadas alrededor del mundo.
Por su parte, la totoaba es un pez muy apreciado en China debido al exquisito sabor de su vejiga natatoria, la cual es considerada un manjar en aquel país y por la cual se ha sobrepescado.
Otro elemento de la riqueza insular del Mar de Cortés son sus reptiles, pues ahí viven 864 especies, 115 se mueven tanto en las aguas como en las costas del mar y 48 de ellas son endémicas de la región. Según el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), en el Mar de Cortés también residen cinco de las siete especies de tortugas marinas del mundo.
Respecto a la diversidad floral, en sus islas y costas hay casi 700 especies de plantas vasculares como los cactcus columnares, los cuales pueden alcanzar una altura de 25 metros. También se puede encontrar a la planta Larrea tridentata, que tiene uso medicinal para el tratamiento de afecciones de vías urinarias, así como los cálculos renales.
Por estas razones es que la zona cuenta con 19 Áreas Naturales Protegidas, 10 de ellas con la categoría de Reserva de las Biosfera, las cuales representan el 24% de las reservas en todo México.
El investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, Carlos Gay, considera que “el Mar de Cortés y sus islas son un laboratorio natural para el estudio de la especiación y el conocimiento de los procesos de evolución oceánicos y costeros, ya que casi todos ellos se dan en sus parajes”.
Cómo se produjo el derrame de ácido sulfúrico
Abraham Larios Velázquez, titular de la Administración Portuaria de Guaymas, informó a los medios de comunicación locales que las altas temperaturas provocaron que se venciera una de las válvulas de la planta ubicada en el puerto, y esto ocasionó que se hicieran charcos y el ácido sulfúrico cayera al mar.
La empresa informó que habían sido 3.ooo litros los que se habían vertido sobre el mar y que después del accidente las válvulas habían sido cerradas, además de que se había realizado el rebombeo de retorno para evitar un derrame más grande.
Con información de INFOBAE