Una mantarraya gigante de tres metros con varios anzuelos de pesca en el ojo derecho se habría aproximado a un grupo de buceadores que se encontraban cerca de la Costa de Ningaloo (Australia Occidental) para intentar que le salvaran la vida.
Las imágenes del encuentro muestran cómo la criatura, que los lugareños apodan Freckles (‘pecas’, en inglés), “permaneció completamente inmóvil” mientras el fotógrafo subacuático Jake Wilton le quitaba los garfios con suavidad.
Este hombre relató que la manta se le acercó “más y más” hasta que se volteó para mostrarle el órgano que le dolía y, cuando se sumergió varias veces “para ver cómo reaccionaría al estar cerca”, el animal no se movió.
“A menudo guío a buceadores en la zona y es como si me reconociera y confiara en que la ayudaría”, confesó Witon, quien quitó esos objetos que podían generar una infección, causar ceguera e, incluso, provocar la muerte a Freckles.
Monty Halls, un biólogo marino británico que se encontraba a bordo del barco en ese momento, asegura que la mantarraya “entendió absolutamente lo que pasaba”.
Con información de RT