Ciudadanos ecuatorianos iniciaron este miércoles el proceso de apostasía para desafiliarse de la Iglesia católica en el país, institución a la que cuestionan su posición ante diversos temas sociales y reprochan su encubrimiento de los delitos sexuales.
En esta primera jornada nacional de apostasía, cientos de personas acudieron a las oficinas de la Iglesia católica en Quito, Guayaquil, Ibarra, Loja, Riobamba, entre otras urbes del país.
Según los organizadores, que incluye al colectivo Apostasía Ecuador y la Asociación Atea Ecuatoriana, el trámite, que es personal, se puede hacer de manera individual, pero decidieron hacerlo en grupo para prevenir “que la institución Católica reaccione con trampas y embustes para evitar que salgan de sus registros”.
“La Iglesia a lo largo de la historia ha constituido un poder fáctico alrededor del globo, su incidencia en nuestra cultura, un cruento proceso de colonización en el siglo XV ha marcado negativamente nuestro desarrollo como cultura y como sociedad”, dice un manifiesto grupal, que fue leído por una de las jóvenes que decidió apostatar, tras la salida de realizar el proceso en Guayaquil.
En el texto añadieron que la entrada de la Iglesia a los países de Latinoamérica anuló las “tradiciones ancestrales, mediante el hostigamiento de los pueblos”. En este sentido, señalan que los han “empujando” a rechazar sus orígenes y a “alabar” lo extranjero.
“Los ‘elegidos de Dios’ han influido sobre los gobiernos, el Estado le rinde pleitesía con exoneraciones de impuestos y le da una voz pública y elevada dentro de las políticas estatales”, todo ello —dicen— pese a que “el Ecuador es un Estado laico”.
En sus publicaciones en las redes sociales, el colectivo Apostasía Ecuador y la Asociación Atea Ecuatoriana también alegaron que renunciaban a la Iglesia “por ser una institución que promulga la pobreza como una virtud, mientras que sus altos representantes llevan una vida de lujos”.
Un país de mayoría católica
Este es un proceso inédito, en un país donde el 80,44 % de la población se define como católica, según cifras de hace casi 7 años del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Los requisitos que estos ciudadanos presentaron para desafiliarse fueron la copia de su cédula de identidad, fe o certificado de bautismo y la solicitud de apostasía.
De acuerdo al colectivo Apostasía Ecuador y la Asociación Atea Ecuatoriana, la decisión de la Iglesia la podrán conocer en 10 días hábiles.
La próxima jornada masiva, según anunció la Asociación Atea Ecuatoriana, se realizará dentro de 15 días laborales.
Temas polémicos con la Iglesia
En Ecuador, en los últimos años se han dado varios temas polémicos, que ponen en desacuerdo a la Iglesia con sus feligreses.
Matrimonio igualitario
En junio pasado, la Corte Constitucional (CC) aprobó la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana rechazó, en un comunicado, el fallo de la CC. Dijo que la decisión de los magistrados vulnera “gravemente la seguridad jurídica” y “la supremacía constitucional” de Ecuador.
Despenalización del aborto
Otro de los temas sensibles es la discusión que se lleva adelante en la Asamblea Nacional (Congreso), aunque sin mucho avance, sobre la reforma para la despenalización del aborto por casos de violación y malformación del feto.
Al respecto, la Iglesia también ha dado su opinión. Publicó un texto, que tituló ‘¿Y los derechos de los niños por nacer?’. En el documento exponen aspectos médicos, éticos y jurídicos sobre su posición sobre este asunto.
“La vida humana está por encima de toda bandera política y religiosa o de posiciones erróneamente calificadas como conservadoras o progresistas”, dice el texto.
Abusos sexuales en la Iglesia
La Iglesia católica ecuatoriana también ha estado inmersa en escándalos por violencia sexual. Esta semana, la Fiscalía de la provincia del Guayas, en la región Costa de Ecuador, reabrió el proceso por presunto abuso sexual contra el sacerdote Luis Fernando Intriago, luego que fuera denunciado por al menos 10 jóvenes, que aseguran que fueron sometidos a violencia y tortura por parte del cura cuando eran adolescentes.
En febrero pasado, la Fiscalía de Pichincha inició un proceso penal contra Néstor Genaro B., párroco de la iglesia católica de Guápulo, en Quito, la capital del país, por un presunto abuso sexual a dos hermanas menores de edad.
El año pasado, salieron a la luz presuntos abusos sexuales contra media docena de niños cometidos hace más de 50 años por el cura Cécar Cordero Moscoso, actualmente de 92 años, en Cuenca, al sur de Ecuador. El sacerdote es reconocido por haber fundado, además de centros educativos particulares, la Universidad Católica de Cuenca, el canal de televisión Telecuenca, radio Ondas Cañaris y el Hospital Universitario Católico.
Con información de RT