El Gobierno de Trump ha vuelto a autorizar el uso de trampas venenosas conocidas como ‘bombas de cianuro’ con el objetivo de eliminar animales salvajes en beneficio de grupos de agricultores y ganaderos, según ha informado el diario británico ‘The Guardian’. Las trampas, llamadas M-44, están cargadas de cianuro de sodio y son utilizadas principalmente por Wildlife Services, una agencia federal del departamento de agricultura de los Estados Unidos. Este organismo mató en 2018 a 6.579 animales, incluidos más de 200 animales “no objetivos” como mapaches, zorrillos y osos.
La medida ha sido aprobada por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA), que ha anunciado que se permitirá el uso de estas bombas en todo el país de manera provisional, siempre que los funcionarios del gobierno no coloquen las bombas a menos de 100 pies de caminos o senderos públicos.
Sin embargo, la norma se enfrenta a una férrea oposición por parte de grupos medioambientales, como el grupo ambientalista Predator Defense que ha asegurado que la decisión de la EPA es un “desastre completo”, tal y como recoge el medio británico, ya que los M-44 no se pueden utilizar de una forma segura. En el pasado, estas bombas provocaron la muerte accidental de especies en peligro de extinción y mascotas domesticas, incluso llegaron a producir daños en los humanos.
Víctimas humanas
Un ejemplo es el caso de un adolescente llamado Canyon Mansfield que en 2017 caminaba con su perro en el bosque de detrás de su casa en Pocatello, Idaho. El perro activó la bomba de cianuro y roció una nube de polvo de veneno en el aire. El perro murió en el acto y Mansfield fue trasladado de urgencia al hospital, donde finalmente se recuperó. Sus padres demandaron a Wildlife Services por el envenenamiento.
El caso de Mansfield llegó a los titulares nacionales y ha alimentado la oposición a los M-44. En mayo, en respuesta a las protestas de los grupos ambientalistas, la gobernadora de Oregon, Kate Brown, firmó una prohibición sobre el uso de trampas en el estado. En 2017, Wildlife Services acordó suspender temporalmente el uso de M-44 en Colorado después de que los grupos ambientalistas llevaran a cabo las demandas. La agencia también dejó de usarlos en Idaho después de que el caso Mansfield saliera a la luz.
La directora de conservación de depredadores del Centro de Diversidad Biológica, Collete Adkins, ha manifestado a la agencia de noticias AFP que las bombas de cianuro, “son increíblemente peligrosas para las personas, las mascotas y la vida silvestre que está en peligro de extinción”. La decisión de reautorizar estas ‘bombas’ por parte de la EPA es provisional y se espera que se tome una decisión final sobre el asunto después de 2021.
Con información de El confidencial