Durante la gestión de Rosario Robles en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) fueron rematadas dos reservas naturales de más de mil 600 hectáreas en la Bahía de San Quintín, Baja California, a un precio de entre 55 y 75 pesos por hectárea —127 mil 523 pesos— en beneficio de nueve sujetos, por lo que también enfrenta una denuncia penal por parte de la asociación civil Terra Peninsular, que en 2012 adquirió los terrenos en 10 millones de dólares para destinarlos a la conservación.
“Hemos pagado nuestros impuestos regularmente; cuando llegó 2017 fuimos a pagar nuestro predial y nos llevamos la sorpresa de que en la oficina de catastro nos dijeron: ‘No debes nada porque hay títulos que acaban de ser asignados y sobrepuestos a tus títulos de propiedad’.
“Resultó que nueve individuos, sin ningún proceso legal, con un trámite corrupto, se acercaron a la entonces secretaria de Desarrollo Agrario y consiguieron 10 títulos de propiedad que se sobreponen a estas hectáreas que teníamos en propiedad”, denunció César Guerrero, director de Terra Peninsular.
Se trata de la Reserva Nacional Punta Mazo y de la Reserva Nacional Monte Ceniza, mismas que fueron subdividas en 10 lotes y vendidas a nueve sujetos en expedientes por separado: Héctor Bojórquez –ex dirigente de la CNC ligada al PRI y ex legislador local–, Daniel Salazar, Everardo Bayón, Mario Gerardo Rivera, Francisco Sesma, Manuel Fernández, Miguel Valadez, Juan Manuel Cota y Guadalupe Díaz, quienes compraron el área natural protegida de la Bahía de San Quintín en 127 mil 523 pesos, una cifra irrisoria, comparada con los 10 millones de dólares que la ONG pagó.
La Reserva Natural Monte Ceniza tiene una extensión de 800 hectáreas, cuyo dueño anterior fue Rafael Tomás Jorge Orendain Faudoa, a quien Terra pagó 4 millones de dólares mediante un contrato de compra-venta, según consta en la escritura pública número 112761, otorgada el 15 de abril de 2016 por el notario público No. 3 de Ensenada, Rodrigo Armada Osorio, inscrita en el Registro Público de la Propiedad de ese municipio.
Debido a sus trabajos de conservación, en abril de 2017 el entonces titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Alejandro del Mazo, entregó a Terra Peninsular el certificado de la Reserva Natural Monte Ceniza como Área Destinada Voluntariamente a la Conservación, en la Bahía de San Quintín.
No obstante, ese mismo año, al acudir a la oficina de Catastro de Ensenada, César Guerrero se enteró de que se modificaron las claves catastrales de los predios, en las que ya no aparecía como dueño, además de que aparecieron nuevos títulos en el Registro Público de la Propiedad, entre ellos el 1021351, emitido el 19 de noviembre de 2015 en Ciudad de México por la Sedatu, a nombre de Bojórquez Quintero, por un lote de 300 hectáreas dentro de Monte Ceniza, al que nombró El Mirador, y que adquirió en 16 mil 700 pesos, es decir, 55 pesos por hectárea.
Bojórquez y el resto de los involucrados argumentaron que los predios fueron declarados terrenos nacionales del triángulo Tecate-Ensenada-Tijuana en el Diario Oficial de la Federación en 1984; sin embargo, éste se localiza a 120 kilómetros de la bahía.
Terra Peninsular destacó que el mismo certificado de Conanp como área destinada a la conservación implica “un reconocimiento a la propiedad privada”, por lo que presentó una demanda de amparo y logró que se le restituyeran la titularidad de los predios.
Posteriormente, presentó una demanda penal contra Robles y los nueve implicados, quienes contrademandaron por despojo, mismo que sigue en juicio.
“Tenemos miedo de que la sentencia se dicte en nuestra contra y que sigan ganando estos actos de ilegalidad y corrupción, que además se pierdan las tierras, un espacio de valor ambiental, porque sabemos que después los venden a desarrolladores”.
En mayo de 2018, el equipo de Terra Peninsular redescubrió en la Reserva Natural Monte Ceniza a la rata canguro de San Quintín (Dipodomys gravipes), una especie endémica capaz de dar saltos hasta de 2 metros de largo, que se creía extinta, ya que había sido vista por última vez en 1986.
El complejo lagunar de la Bahía de San Quintín fue declarado Humedal de Importancia Internacional y área de conservación de aves. Además, 16 por ciento de su flora es endémica o rara y está amenazada, también es uno de los pocos sitios en el mundo con clima mediterráneo.
Con información de Milenio