La cumbre de las siete potencias mundiales dio inicio este sábado en la ciudad de Biarritz, en el suroeste de Francia, en medio de tensiones políticas y comerciales, además de las protestas de cientos de manifestantes.
El presidente francés Emmanuel Macron se reunirá en calidad de anfitrión con los líderes de Alemania, Angela Merkel; Estados Unidos, Donald Trump; Canadá, Justin Trudeau; Japón, Shinzō Abe; Italia, Giuseppe Conte, y Reino Unido, Boris Johnson.
Durante la cumbre del G7, abordarán entre otros temas la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, proceso conocido como Brexit, y los grandes incendios en la Amazonía.
Más de 13 mil 200 policías fueron desplegados tanto en la ciudad balneario como en los alrededores de esta localidad, situada a 30 kilómetros de la frontera con España, para garantizar la seguridad de los líderes que se reunirán del 24 al 26 de agosto en el emblemático Hotel du Palais.
Mientras tanto, miles de manifestantes anticapitalistas y altermundialistas comenzaron la mañana de este sábado una marcha de Hendaya, al sur de Biarritz, hasta Irún, en España, en una movilización a los que se unirán militantes vascos y en la que esperan también reunir a un total de 10.000 personas.
Un total de 17 personas, según han confirmado fuentes policiales francesas, fueron arrestadas en la noche del viernes en las inmediaciones de la zona de acampada de Urrugne (Urruña, en euskera), al norte de Hendaya, a raíz de una manifestación que no había sido comunicada.
Además, se espera que acudan los “chalecos amarillos” y varios grupos críticos contra la globalización. La concentración principal de los opositores a la cumbre está programada para este sábado a la hora del almuerzo, incluso antes de que los líderes del G7 se reúnan para una cena informal.
Con información de Aristegui noticias