El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, recibió un duro golpe del Parlamento británico con consecuencias importantes para el Brexit, en especial sobre cuándo y cómo se llevará a cabo el proceso de salida de la Unión Europea (UE).
Johnson perdió este martes la mayoría parlamentaria, una de las claves de una semana decisiva para el Brexit, al votar a favor de una moción que les permite tomar el control de la agenda parlamentaria.
El mandatario disfrutó de una breve luna de miel después de tomar el poder en julio, pero eso terminó ayer cuando los legisladores rebeldes, incluidos 21 de los compañeros conservadores de Johnson, votaron 328 a 301 para apoderarse del control de la agenda del Brexit.
Johnson, por su parte, aseguró que lo sucedido este martes no le deja otra opción que convocar elecciones anticipadas para octubre si se aprueba un nuevo retraso para el Brexit, destacó la cadena británica BBC.
La votación de este martes marcó quién lidera el proceso del Brexit antes de la fecha límite del 31 de octubre para que Reino Unido abandone la UE.
Johnson está convencido de abandonar el bloque ese día, incluso sin acuerdo.
Los parlamentarios que se oponen al Brexit sin acuerdo votaron para, a partir de este miércoles, tomar el control de la agenda de la Cámara, algo que corresponde al gobierno.
Planean aprobar una ley que obligue a Johnson a solicitar a la UE un aplazamiento del Brexit hasta el 31 de enero a menos que los parlamentarios aprueben un nuevo acuerdo.
Sin embargo, Johnson dijo que no pedirá más tiempo a Bruselas y que impulsará la convocatoria de elecciones anticipadas.
La posible fecha para la celebración de comicios generales es el 15 de octubre.
Sin embargo, no está claro si dos tercios de los parlamentarios apoyarán su propuesta, como es necesario.
El Reino Unido tomó hace más de tres años en un referendo la decisión de abandonar la UE, pero por el camino se han encontrado con varios obstáculos que han dificultado su retiro del bloque.
La anterior primera ministra, Theresa May, negoció por meses un acuerdo con el bloque europeo que cubría los términos en los que se produciría ese “divorcio”.
El día de la ruptura estaba previsto para el 29 de marzo de 2019, pero por aquel entonces, igual que ahora, el Parlamento no respaldó los planes del ejecutivo.
May no pudo llegar a un acuerdo y se vio obligada a pedir a la UE que se retrasara el Brexit, para luego dimitir de su cargo.
Boris Johnson fue votado como nuevo líder por miembros del Partido Conservador y se convirtió en primer ministro a finales de julio con la promesa de sacar al país de la UE “sin peros” antes de la nueva fecha límite del 31 de octubre.
Pero, al igual que May, ahora está en conflicto con el Parlamento, incluidos algunos de sus colegas conservadores.
Con información de Aristegui noticias