El chocolate es uno de los ingredientes indispensables en las pastelerías de todo el mundo y las disímiles formas de elaborarlo hacen que sea uno de los alimentos más consumidos y codiciados de las sociedades occidentales.
Aunque su mayor empleo sea en dulces cargados de azúcares, el origen del consumo del chocolate es como bebida fuerte, preparada en poblaciones originarias de América Latina (mayas y aztecas), quienes la reconocían como un regalo de sus dioses, la usaban como moneda de cambio y la tenían como delicatessen reservada a sus élites.
El cacao tiene nutrientes poderosos que benefician a la salud humana, el asunto está en regular la cantidad y frecuencia de comerlos y el contenido de azúcar del mismo, por lo que a mayor cantidad de cacao, más saludable.
Este producto es una poderosa fuente de antioxidantes, al tiempo que sus componentes bioactivos pueden mejorar el flujo sanguíneo de las arterias y causar un pequeño pero estadísticamente descenso en la presión sanguínea.
El consumo de chocolate no es recomendado a diario ni en altas cantidades. De acuerdo a los especialistas, lo ideal es elegir chocolates amargos de calidad, orgánicos, con un contenido de cacao de 70 por ciento o mayor.
Si se adquiere chocolate amargo de calidad con un alto contenido de cacao, el nivel nutritivo es alto, pues contiene una cantidad considerable de fibra soluble y está repleto de minerales, como el hierro, magnesio, cobre y manganeso.
De igual forma, el chocolate con leche está formado por pasta de cacao, manteca de cacao, azúcar y leche y, al igual que el chocolate negro, existen distintas proporciones en los ingredientes, por lo que lo mejor es consumirlo bajo en endulzantes.
Asimismo, el cacao posee muchas calorías, por lo que es fácil pasarse de los límites al momento de comerlo. El chocolate blanco es el más dulce y a la vez el más rico en grasas, es así que su consumo debe ser el más limitado, al tratarse de una mezcla de manteca de cacao, azúcar y materias sólidas de la leche.
Unos 30 gramos de chocolate contienen en promedio 120 calorías, por lo que es recomendable comerlo en el desayuno o, máximo, como postre después del almuerzo. Así las calorías serán utilizadas durante el día para generar energía. No obstante, si se va a practicar deporte una tableta de más no hará daño; al contrario, aportará resistencia.
Sin embargo, si se ingiere durante la noche, estas calorías extras probablemente serán depositadas como grasa en el organismo, ya que se estará por un período prolongado de tiempo en estado de reposo.
con información TeleSurTV