Los números de transfeminicidios o asesinatos de mujeres transgénero en México son cada vez más preocupantes, aunque las autoridades se niegan a reconocer o tomar este asunto con seriedad, aseguró la directora de la Asociación Casa de las Muñecas Tiresias, A.C., Kenya Cuevas.
En entrevista con Notimex, señaló que se llevarán a cabo acciones para llamar la atención de la Fiscalía y otras instancias gubernamentales, a fin de que no haya más impunidad en estos casos.
Vamos a tomar acciones, nacionales e internacionales, tenemos la atención de algunos medios globales que nos ayudarán a difundir lo que está pasando en México con los asesinatos de mujeres transgénero”, dijo.
Apuntó que, en Estados Unidos, especialmente en Washington, el FBI (Buró Federal de Investigaciones) tiene una agencia especializada en crímenes de odio “y está interesado en apoyarnos, eso nos da mucha esperanza de que la justicia no tenga como fin la impunidad”.
Kenya Cuevas abundó que es necesario que este tipo de asesinatos se conozcan en el exterior “para que las autoridades nos hagan caso. Hoy más que nunca tengo fortaleza y el miedo no cabe en mí, sobre todo porque la mamá de Itzayana, Luz María, y sus hermanas me brindaron la confianza de defender su lucha por el reconocimiento de género”.
La activista afirmó que, en los tres últimos años, Casa de las Muñecas Tiresias lleva registrados 300 casos de transfeminicidos. “Sin querer, vuelvo a pasar por el mismo proceso de impunidad que ocurrió hace tres años con el caso de Paola Buenrostro”, añadió.
Buenrostro fue asesinada hace tres años y este 30 de septiembre se vuelve a recordar. “Su caso sigue impune y no dejaremos que eso pase con Itzayana, porque la carpeta sigue abierta y el presunto asesino sigue libre”, agregó.
Lo anterior, dijo, porque cuando los policías atendieron el caso sólo pusieron muerte por asfixia y ahorcamiento, a pesar de que “testigos habían detenido al culpable, como ocurrió en el caso de Paola”.
Kenya Cuevas afirmó que las autoridades carecen de un registro de transfeminicidios. “No están documentando nada, mientras se siguen violentando los derechos de identidad, incluso durante los procedimientos de la carpeta de investigación”.
Denunció que la violencia contra Itzayana viene desde Chiapas, donde se le negó el derecho a la identidad de género. “El hecho que no tuviera el reconocimiento de género en su estado natal es parte de la violencia institucional a la que estamos sometidas las mujeres transgénero”, expuso.
Itzayana salió de Chipas para ser reconocida en la Ciudad de México, sin embargo, eso no garantizó sus derechos humanos. “Fue privada de su vida a manos de su novio y aun así el caso es calificado como suicidio, cuando hay testigos que afirman la violencia extrema que su pareja ejerció sobre ella”, señaló.
Puntualizó que en todo el país no se están tomando en cuenta los transfeminicidios con la seriedad que deben tener, porque ya es una problemática social e histórica.
“Es necesario enfocarse sobre cómo se van a atender a estas víctimas y como se tratarán estos casos específicos, ya que hablar de un transfeminicidio es hablar de la violencia extrema por discriminación, fobia, homofobia, racismo y todo lo que tenga que ver con el odio”, finalizó.
Con información de Excelsior