El deseo por una belleza inclusiva está agitando la industria. Según el último informe de diversidad, elaborado por The Fashion Spot, el 38,8% de las modelos seleccionadas para participar en los desfiles de otoño-invierno 2019 eran raciales. Está claro que todavía queda mucho camino por recorrer y sería precipitado hablar de un equilibrio, pero es indiscutible que la cosmética por fin se está despojando de prejuicios para entablar nuevos diálogos.
La heterogeneidad que existe en la calle se ha convertido en la principal preocupación de las firmas cosméticas y se traduce en líneas de maquillaje más plurales. La revolución arranca en la base. En concreto, en fondos de maquillaje que presentan múltiples tonalidades. Es el caso de Accord Parfait, de L’Oréal Paris, disponible en 48 tonos para reivindicar a todas esas mujeres que tantas veces se han sentido ignoradas.
Más allá del aspecto racial, el maquillaje trata de cubrir las exigencias del día a día, apostando por fórmulas de larga duración que se mantienen impecables durante 24 horas o bases hidratantes de alta cobertura. Porque al final, el objetivo es el mismo: una piel lisa y natural.
Con información de El País