El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva recibió el jueves el premio George Meany-Lane Kirkland de Derechos Humanos 2019, en la sede de la Policía Federal de esta sureña ciudad brasileña, por parte de la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO).
Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, que tiene más de 10 millones de trabajadores afiliados y reúne a 54 federaciones sindicales, entregó a Lula el galardón en la sede de la Policía Federal, donde el exdirigente obrero cumple prisión política.
La AFL-CIO reconoce las décadas de lucha del expresidente para el avance de los derechos de los trabajadores, del fortalecimiento de la democracia brasileña y su lucha por una mayor igualdad y justicia en el mundo, informó un comunicado.
“Las élites privilegiadas han socavado las frágiles instituciones democráticas del país, especialmente el Poder Judicial, y han tomado medidas extraordinarias e ilegales para impedir que Lula se presentara a la presidencia en 2018, cuando todas las encuestas predijeron su victoria”, reportó la cadena Telesur.
Medios locales de Brasil anunciaron que Trumka llegó acompañado por Pepe Álvarez, secretario general del Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), la mayor central sindical de Esapaña, para mostrarle su solidaridad a Lula.
La AFL-CIO argumentó en la declaración de otorgamiento de la distinción para Lula, que es un reconocimiento a su postura sindical, la lucha por la clase obrera y la gestión de su Gobierno, que fue calificado por la federación como exitoso.
La Federación Americana del Trabajo manifestó además su intención de reivindicar la trayectoria de Lula, preso político desde 2018, víctima de las persecuciones de adversarios que recurrieron al poder judicial para silenciarlo, en un esfuerzo de desacreditarlo ante la historia y el pueblo brasileño.
Con información de Aristegui noticias