Los diputados británicos decidieron posponer su decisión sobre el acuerdo de Brexit, pese a lo cual el primer ministro Boris Johnson mantuvo su determinación a sacar al país de la Unión Europea a final de mes, negándose a “negociar” un aplazamiento.
“No negociaré un aplazamiento con la Unión Eropea. No puede cambiar mi opinión de que una nueva demora no tiene sentido, es costosa y profundamente corrosiva para la confianza pública”, dijo.
A 12 días para la salida británica de la Unión Europea, los diputados agravaron la confusión al aprobar por 322 votos contra 306 una enmienda según la cual el acuerdo no será adoptado hasta que se haya aprobado toda la legislación necesaria para implementarlo.
Esto obliga al gobierno a pedir una nueva prórroga del Brexit, inicialmente previsto para el pasado marzo y aplazado ya dos veces hasta el 31 de octubre.
“Les diré a nuestros amigos y colegas de la Unión Europea que otro retraso sería malo para este país, malo para la Unión Europea y malo para la democracia”, afirmó.
Para ser efectivo, un tercer aplazamiento tiene que ser aprobado unánimemente por los otros 27 países del bloque y para ello exigirán una justificación.
Londres tiene que informar “lo más rápido posible” cómo proceder, indicó inmediatamente la Comisión Europea desde Bruselas.
Con información de Milenio