En residencias de ancianos en Japón, han puesto a prueba a androides parlantes, camas inteligentes o exoesqueletos que ayudan a caminar a los abuelitos; esto como una posible solución a la falta de trabajadores y al apremiante envejecimiento demográfico.
Dentro de las residencias se podrá observar a grupo de personas de la tercera edad que toman el té, resuelven crucigramas guiados por un robot autómata; otros, juegan con mascotas robóticas y unos más, se desplazan con un cinturón motorizado acoplado a la cadera que refuerza la movilidad en las piernas y endereza la espalda.
Estas escenas son cotidianas en la residencia especial de ancianos Shintomi, centro privado, ubicado en el barrio de tokiota de Ginza, el cual, tiene en marcha un programa piloto para introducir robots y sistemas de inteligencia artificial en sus servicios.
Esta iniciativa se comenzó a aplicar en 2013, ya que, una de las ventajas de recurrir a las máquinas en el cuidado de ancianos son reducir la carga física y mental para los trabajadores.
Con información de Enfoque Noticias