Un estudio elaborado por integrantes de la Universidad de Cambridge (Inglaterra, Reino Unido) detalla que la mayoría de los inhaladores que utilizan las personas asmáticas son perjudiciales para el medio ambiente.
Este informe indica siete de cada 10 inhaladores entre los 50 millones prescritos para cinco millones de pacientes en 2017 emitían el gas de efecto invernadero hidrofluoroalcano (HFA), por lo que estos especialistas recomiendan remplazarlos por otros de niebla acuosa o polvo seco.
Esos dispositivos generan entre 10 y 37 veces menos huellas de carbono, podrían reducir las emisiones en alrededor de 58 kilotoneladas —equivalen al desplazamiento de 180.000 autos entre Londres y Edimburgo— y permitirían ahorrar entre 150 y 400 kilogramos de dióxido de carbono por año.
Por su parte, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido aclaró que los inhaladores de dosis medida provocan el 3,9 % de la huella de carbono y ese porcentaje no daña la capa de ozono.
“El cambio climático es una amenaza enorme y actual para la salud que afectará de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables del planeta, incluidas las personas con enfermedades pulmonares preexistentes”, afirmó James Smith, consultor del Departamento de Salud Pública y Atención Primaria en la Universidad de Cambridge.
Este especialista agregó que la investigación muestra que “cambiar a inhaladores que son mejores para el medio ambiente podría ayudar” a “reducir su impacto en el clima de manera significativa” como “paso importante hacia la creación de un sistema de salud sin carbono, adecuado para el siglo XXI”.
Con información de RT