El resultado del primer año de operación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro aún no se han evaluado, sin embargo ya hay diversos cuestionamientos en torno a los resultados y efectos, como si éste apoya a la precarización del empleo para la población que precisamente se ha dirigido.
Los señalamientos surgen debido a denuncias de funcionarios locales de Quintana Roo que apuntan que se han detectado casos en el sector restaurantero, en el que se despide a la plantilla de jóvenes contratados y se vuelven a integrar pero bajo el esquema de apoyos del programa.
“Lo que hacían era despedir (a los jóvenes) para que el gobierno les pague y les completan con otro tipo de esquemas, pero en realidad lo que se está haciendo es precarizar las condiciones laborales de los jóvenes”, apuntó Alfredo Elizondo Rosales, coordinador del organismo Gesoc, Agencia para el Desarrollo.
Además señala que estos mecanismos se detectaron en un programa muy similar de capacitación laboral que se puso en marcha en la Ciudad de México años atrás.
“Lo que observamos fue que los restaurantes de comida rápida despedían a los jóvenes en el esquema de contratación formal para luego contratarlos bajo este esquema desde el gobierno, entonces desde el gobierno se pagaba el salario de estos jóvenes pero al final lo que se hacia era despedirlos recurrentemente y luego contratarlos bajo este esquema, esto es lo que no quisiéramos en el caso de Jóvenes Construyendo el Futuro”, detalló.
Este no es el único aspecto del programa que genera dudas. En una revisión a las tres entidades con mayor número de unidades económicas registradas, a través de la base de datos publicada en el portal Jóvenes Construyendo el Futuro, se observó que micro y pequeños negocios como loncherías centros botaneros, taquerías, tortillerías, pollerías, tiendas de abarrotes y cocinas económicas tienen una presencia dominante en este programa social.
En ese sentido, resulta indispensable que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social generar esquemas de revisión a las unidades económicas que integran a su plantilla laboral a los becarios, señala el especialista.
Para la operación de este programa en 2019 se destinaron 44,320 millones de pesos, pero en el proyecto de presupuesto para el año fiscal 2020 se contempla una reducción de 42%, es decir, 25,614 millones de pesos.
Con este recorte, preocupa que se limite la cobertura del programa, mismas que se reflejarían en las metas y alcances que se reporten el próximo año.
Con información de Forbes