Los pateadores y las defensivas ganan campeonatos. Este dicho encaminó la victoria de los Seattle Seahawks ante los últimos invictos de la NFL: los San Francisco 49ers, por pizarra de 27-24 que se definió por un gol de campo en tiempo extra.
Un primer cuarto que se pintó por completo para San Francisco, el pateador suplente, Chase McLaughlin, abrió el marcador con un gol de campo de 43 yardas y después, Garoppolo conectó con Kendrick Bourne un pase de 10 yardas para poner 0-10 en el marcador.
Los Seahawks respondieron hasta el segundo rollo, cuando Jarran Reed capturó al QB de los 49ers y provocó el balón suelto que recuperó Jadaveon Clowney y llevó hasta la zona de anotación.
Seattle se fue adelante en el tercer cuarto, luego de que Wilson encontró a Jason Hollister en la zona de goal y puso el 14-10 en la pizarra, que después de amplió con otra anotación de Chris Carson, que empujó el ovoide una yarda.
Para el 4to cuarto, la visita estaba 21-10. No obstante, en los inicios del último capítulo Russell Wilson fue capturado por Armstead y éste provocó el Fumble que fue recogido por su liniero Wagner, a quien también lo despojaron del ovoide y finalmente DeForest Buckner lo tomó para darle el Touchdown esperanzador a los Niners.
El empate tomó forma cuando Garoppolo volvió a lanzar para Bourne en la zona de anotación y tras la conversión de dos puntos, se pusieron a tres puntos de distancia, cosa que finalmente completaron cuando McLaughlin concretó un gol de campo de 39 yardas, para poner el juego 21-21.
En la recta final, Myers y McLaughlin repartieron patadas para mandar el partido a tiempo extra con la pizarra 24-24. Ahí, de nueva cuenta los pateadores dieron forma a la victoria y a la derrota.
Chase McLaughlin de San Francisco tuvo la gloria con una patada de 47 yardas, pero la mandó por un lado de los postes. En la siguiente serie, Jason Myers se vistió de héroe con un gol de campo de 42 yds, para darle la victoria a Seattle, además de acabar con el invicto de su rival de división.
Con información de Marca