Brasil y México se miden este domingo en Gama (Distrito Federal de Brasil) en la final del Mundial Sub-17, con favoritismo brasileño, después de que ambos conjuntos dieran la sorpresa en semifinales eliminando a las favoritas Francia y Holanda, respectivamente.
La anfitriona Brasil, dirigida por Guilherme Dalla Déa, buscará ante su afición su cuarto título mundial de la categoría, tras los logrados en 1997, 1999 y 2003; y de paso, vengarse de la derrota en la final de 2005 en Perú contra México (3-0).
Por su parte, el equipo Tricolor, de la mano de Marco Antonio Ruiz, aspira a su tercera corona mundial Sub-17 (ganó en 2005 y 2011).
La Canarinha, única selección en el torneo que ganó los seis partidos disputados, se deshizo de Francia en semifinales tras remontar de forma espectacular el 0-2 favorable a los Bleus, con el que se llegó al descanso.
Un gol en el minuto 89 del suplente Lázaro le dio la victoria por 3-2 a una Brasil que mostró sus dos caras: la mala, al ser superada ampliamente por los franceses en la primera mitad, y la buena, la persistencia, al no bajar nunca los brazos hasta llevarse la victoria.
El triunfo no alejó las dudas que deja la selección brasileña, que disputa el torneo por la renuncia de Perú a organizarlo.
En el campo, la Verdeamarilla no logró clasificarse entre las cuatro primeras en el sudamericano de la categoría, disputado en marzo en Perú.
Sin sus dos grandes estrellas, los delanteros Talles Magno (lesionado) y Reinier (a quien el Flamengo no liberó para el torneo), a Brasil le resta el buen trabajo de sus actores secundarios: Pedro Lucas, Peglow, Veron y Diego Rosa están llamados a asumir la responsabilidad del juego.
“Estamos muy confiados. Sabemos que será otro gran desafío, estamos bien preparados. Ahora se trata de hacer el entrenamiento de recuperación, entrenar, hacer un gran partido y si Dios quiere, salir con el título”, explicó el jugador Daniel Cabral tras la semifinal.
Haciendo gala de una gran defensa, los mexicanos lograron situarse en la final con un equipo muy compacto en el que el trabajo colectivo se impone a las individualidades.
A pesar del favoritismo brasileño, México confía en su dominio en la categoría, en la que se convirtió en el mejor equipo en esta década: será su tercera final en cinco ediciones, además de otra semifinal perdida.
El técnico mexicano, Chima Ruiz, alabó la gran generación de jugadores que dirige. “Tenemos que acostumbrarnos a ser un equipo ganador. Siempre les dije que era el momento de cambiar la historia. Estamos demostrando que esta generación tiene cosas importantes en la parte de la mentalidad y nos falta la cereza del pastel”, afirmó ante la prensa.
Brasil y México se han enfrentado cuatro veces en un Mundial Sub-17, con un balance de tres victorias mexicanas y una brasileña.
El partido se disputará en el Bezerrao de Gama a partir de las 19 horas locales (22 GMT).
Con información de La Jornada