Apoyados con 40 vehículos, bombas hidrolavadora y barredoras mecánicas, los empleados se encargaron desde la noche de ayer mismo y hasta la madrugada de este martes de despintar la pintura de aerosol y la ceniza que quedó impregnada en una buena parte del patrimonio histórico que se localiza sobre las avenidas Reforma y Juárez, entre ellos el emblemático Hemiciclo a Juárez y los monumentos a Cuauhtémoc y Cristóbal Colón.
A pesar de que las autoridades capitalinas tapiaron y forraron de plástico la mayor parte de ese tesoro histórico, un grupo de mujeres embozadas vandalizó todo lo que encontró a su paso, sin que la policía hiciera nada para impedirlo.
La mañana de este martes las actividades en la zona dañada se reanudaron con normalidad. Los grandes hoteles, restaurantes y la plaza comercial de Paseo de la Reforma 222 trabajaron de manera normal.
Los propietarios de los establecimientos más pequeños que se encuentran en el perímetro de la Alameda Central pusieron a sus empleados a lavar muros y banquetas.
A diferencia de marchas anteriores, los negocios salieron bien librados del vandalismo, en parte porque decidieron bajar sus cortinas previo al inicio de la manifestación celebrada ayer con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Con información de Proceso