El presidente dijo que, para él, los nombramientos en su gabinete, como el de Carrizales, son, en términos cuantitativos: 90 por ciento honestidad, 10 por ciento experiencia.
“¿Y saben qué es lo que más me importa, más que la experiencia? La honestidad. Ya para irnos entendiendo mejor, o sea, porque hay quienes tienen mucha experiencia, están graduados hasta en universidades del extranjero, tienen hasta doctorados, pero son deshonestos.
“Y a nosotros lo que más nos importa, lo que más nos importa de todo es la honestidad. Si hablamos en términos cuantitativos, 90% honestidad, 10% experiencia. ¿Cómo la ven?”, soltó el mandatario ante los cuestionamientos.
Con su ya típico “¿antes cómo era?”, el presidente dijo que en los gobiernos anteriores era al revés, pues a pesar de que los funcionarios eran “buenísimos”, con 90 por ciento de experiencia, fueron muy corruptos y charlatanes e, incluso, los calificó de “gente sin decoro”.
“Qué bueno que sale el tema, porque en un país con tanta corrupción lo más importante es que haya servidores públicos honestos, de esos que prefieren dejarles a sus hijos pobreza, pero no deshonra”, mencionó.
El tabasqueño aprovechó para lanzarse en contra de los exdirectores de Petróleos Mexicanos, quienes dijo, tenían hasta doctorado, pero eran corruptos.
“Lo de la honestidad es importante, porque si el director de Pemex es honesto, va a garantizar que no se entreguen contratos que perjudiquen a la nación y beneficien a particulares”, dijo.
“A ver, Lozoya, ¿dónde estudio? Harvard. Están apuntando ¿verdad? ¿El otro? Massachusetts, también doctorado. ¿Y el otro? Chicago, doctorado también”, señaló.
Con información de Proceso