Todas las etapas de la vida son parte del desarrollo y crecimiento de cada persona; sin embargo, en ocasiones dejamos esas fases inconclusas o semiabiertas debido a actitudes egocéntricas, de ira, ansiedad, enojo o miedo, y eso nos impide crecer. Esta y otras acciones han sido observadas por el psicólogo organizacional Rodrigo Alonso Fernández, quien confirmó que es importante concluir ciclos para liberar los sentimientos negativos y así abrir paso a nuevas y mejores oportunidades.
La proximidad del fin de año es un buen pretexto para concluir definitivamente etapas pasadas. En este sentido, el experto en desarrollo humano explicó que el primer paso para lograr un cierre de ciclo es agradecer por lo aprendido, tanto lo positivo como lo negativo; ya sea el término de un noviazgo, amistad o de una relación de negocios.
Alonso, quien también es socio fundador de la organización Impulsando el Desarrollo del Recurso Humano (IMPEL), compartió que la mejor forma para cerrar 2019 es completar el mayor número de metas propuestas y agradecer, ya que al iniciar un nuevo año se abre otro ciclo, y con éste, una serie de nuevas posibilidades.
“El cierre de ciclos es uno de los pilares que nos dan aprendizaje y a la vez desarrollo, son grandes maestros que nosotros escogemos para evolucionar en nuestra vida diaria”, compartió.
Una de las opciones que da el experto para lograr un cierre sano es ofrecer y otorgar perdón, a uno mismo o a los demás; se puede lograr a través de varios vehículos, como escribir una carta o meditar sobre el tema.
De acuerdo con Alonso Fernández, este paso es clave porque es aquí donde se hace una reflexión en torno a la situación que se quiere concluir y se da el siguiente paso: el cierre. En algunos casos las personas justifican sus actos y crean una historia falsa para continuar en el mismo ciclo, lo que frena su desarrollo. “La clave para crear el cambio es ser honestos con nosotros mismos y valientes para reconocer la situación actual”.
El experto consideró que para cerrar una etapa influyen varios factores, entre ellos la sabiduría interna, que se conforma de cuestionamientos y visualizaciones de cómo se desea vivir, “no hay un manual a seguir, es un trabajo propio, de reflexión e intereses personales, sólo así tendremos claro hacia donde vamos con las decisiones que tomamos”, dijo.
Con información de El Heraldo de México