La sonda espacial japonesa Hayabusa 2 partió del asteroide Ryugu, tras ejecutarse una maniobra de aceleración de su motor de iones desde el control de la misión en la Tierra este 3 de diciembre. Hayabusa 2 trae a la Tierra una valiosa carga en forma de muestras tomadas del interior del asteroide, obtenidas tras provocar una explosión con un proyectil. “Gente de la Tierra, acabamos de enviar una entrega desde Ryugu.
La entrega llegará en aproximadamente un año. Procederemos con cuidado, así que no se preocupen, esperen ansiosamente la llegada. ¡Les mantendremos actualizadoa con los progresos en el camino!”, informaba el responsable de la misión, Yuichi Tsuda, en la cuenta de Twitter de esta misión de la JAXA, la agencia espacial nipona. Hayabusa 2, lanzada en 2014, orbitó el asteroide durante aproximadamente un año y cinco meses. Llegó a Ryugu dos veces.
Durante el primer aterrizaje, en febrero de 2019, la sonda recolectó muestras de las capas superficiales del asteroide. Así se ve el asteroide Ryugu a 25 metros de distancia No obstante, los científicos japoneses también quisieron hacerse con unas muestras más profundas que estuvieron menos expuestas a las condiciones extremas del espacio.
Para ello, la sonda lanzó una cajita cargada de explosivos que propulsaron un platillo de cobre hacia la superficie del asteroide. Como resultado de esta explosión se formó un cráter de diez metros de diámetro. Durante el segundo aterrizaje, el 11 de julio, la nave recolectó del cráter los escombros y algunas muestras que estaban a una mayor profundidad.
Después de haber recolectado las muestras necesarias, la sonda tomó algunas fotos al despegar. Si no hay complicaciones, se espera que la nave espacial llegue a la Tierra a fines de 2020. Hayabusa 2 (halcón peregrino en japonés) utilizó su motor químico para alejarse del asteroide el 13 de noviembre. Este 3 de diciembre, desplegó su motor de iones principal en modo de potencia completa para viajar a la Tierra. La cápsula que contiene las muestras aterrizará en un área desértica en el sur de Australia al igual que su predecesora Hayabusa.
Con información de Milenio