La humanidad se está acercando a una nueva etapa económica, política y social encabezada, no por los Estados, sino por un sistema trasnacional de empresas que representa la aparición de nuevas formas productivas y aglutinación del capital, sentencia José Mujica, el expresidente de Uruguay que llegó a México el pasado sábado.
Ante un auditorio colmado de funcionarios púbicos y medios de comunicación, quien alguna vez integró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, afirma que bajo un contexto de cambio, los latinoamericanos tienen un desafío por delante: integrarse para protegerse.
“Si los latinoamericanos no empezamos a tener consciencia de nuestra pequeñez, no nos ubicamos. China es un Estado multinacional milenario, la India por consiguiente, Europa a los tumbos, con sus contradicciones, sus lenguas, heridas, de todas maneras lleva un proceso de juntarse y podrá haber zancadillas, Brexit, brotes nacionalistas, inconformismo, no es una navegación sencilla: pero es inevitable, el mundo se aglutina en grandes unidades”, señala.
Explica que desde que las naciones latinoamericanas consiguieron su independencia han estado enfocadas en la relación con “el mundo central” y no entre “nosotras mismas”.
Este cambio, que obliga más que en otros periodos la integración de los países de América Latina está impulsada por la inevitable globalización a través de las corporaciones, asegura.
“Mientras que el patrimonio promedio de las naciones podrá crecer a 2.5 o 2% el patrimonio de la economía trasnacional corporativa crece por encima del 15% anual, si proyectamos estas cosas nos vamos a dar cuenta que estamos entrando en un mundo de centralidad económica, que está adquiriendo otras formas.
Estamos en presencia de un neocolonialismo, pero que no se expresa a través de los Estados, parecería que transitamos hacia un mundo donde el futuro nos depara a todos ser progresivamente empleados o trabajadores de empresas trasnacionales”, advierte.
En un país que transita por lo que parece ser una división profunda entre su población en materia política, la llegada de Mujica al Mexico parece no genera reacciones de rechazo. Desde su arribó a tierra mexicana, el ex presidente de 84 años ha estado rodeado por funcionarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador o medios de comunicación y durante el mensaje del Ejecutivo Federal en el Zócalo capitalino por el primer año de gobierno, la mención de su nombre provocó uno de los aplausos más prolongados de esa tarde.
Con información de Forbes