Monash es la primera universidad australiana que se propuso bajar a cero las emisiones de sus cuatro campus. Peter Lusis (Riga, Letonia, 30 años) es uno de los que lideran este proyecto de transición. “Nuestro objetivo es lograrlo para 2030. Y nos está llevando mucho trabajo: descarbonizar toda la electricidad, adaptar los transportes…
Pero creo que hasta lo conseguiremos antes de lo establecido”, dice orgulloso. La universidad de Monash tiene alrededor de 70.000 estudiantes y unos 8.000 trabajadores. “Es como una pequeña ciudad”, cuenta. “Nos preguntamos: ¿Cómo podemos transformar rápidamente esta ciudad?. Empezamos obteniendo toda la electricidad de energías renovables, queda dejar atrás el gas natural de la calefacción…Pero creemos que seremos capaces de producir más de la que necesitamos y podríamos cederla a otros lugares”.
En el proceso de transformación, que empezó en 2016, se involucró un amplio y plural equipo de la universidad. “Nos reunimos de diferentes facultades para dar con la estrategia adecuada: de ingeniería, abogacía, economía, tecnología… fue un reto trabajar desde tantas perspectivas pero estamos muy orgullosos”, narra. “Ahora mismo hay más universidades que se están comprometiendo a lo mismo. ¡Y es genial!”.
Sin embargo, no es barato. “Seamos sinceros: es un proyecto extremadamente caro. Y tuvimos que buscar financiación: el Gobierno se apuntó y algunas otras industrias también se interesaron”, cuenta. Es la segunda vez que Lusis viene a la Cop e insiste en que espera que las negociaciones lleguen a buen puerto. “Alguien tiene que coger las riendas. En el caso de Australia, parece que son las universidades y las empresas. Más que el Gobierno”. Y añade: “Ojalá se acercaran a la universidad a ver nuestro proyecto. Estaríamos encantados de enseñarles cómo duplicar el modelo”.
El problema: “Las universidades se implican más que el Gobierno en la lucha contra el calentamiento”.
La solución: “Tenemos que invertir en un sistema de energías renovables y apostar por las bajas emisiones”.
El proyecto: “Para 2030 conseguiremos que los cuatro campus de la Universidad Monash sean de cero emisiones”.
Con información de El País