Debido a que la biósfera de Los Tuxtlas, Veracruz, continúa sin ser protegida por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), los cazadores y taladores clandestinos tienen vía libre para realizar sus actividades que atentan contra el medio ambiente.
“Desgraciadamente, en el tema ambiental tenemos más de cinco años que no tenemos una representatividad real de la PROFEPA.
“No podemos decir que no exista la tala clandestina ni la caza furtiva de especies exóticas”, declaró.
Carlos Manuel Rodríguez, director ejecutivo de la Reserva Ecológica “Nanciyaga”, indicó que sin la presencia de autoridades, protectores e inspectores en las zonas de esta área, se exponen al peligros las especies animales y vegetales que deberían ser protegidas, según lo indica la ley.
Con información de La Silla Rota