La acusación contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, de estar coludido con el Cártel de Sinaloa para traficar drogas hacia Estados Unidos, deriva del juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán que se llevó a cabo de noviembre de 2018 a enero de 2019 en la Corte Federal del Distrito Este, de Brooklyn, Nueva York. Pero García Luna no fue el único importante exfuncionario mexicano señalado en ese juicio: también lo fueron el expresidente Enrique Peña Nieto, el general Humberto Eduardo Antimo Miranda, exoficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el coronel Marco Antonio de León Adams, jefe de la guardia personal de Vicente Fox cuando éste fue presidente.
Sus testimonios fueron recogidos por Proceso en la edición especial titulada 38 escalones al abismo. Crónica del juicio que condenó al Chapo Guzmán, publicada en marzo de 2019 y de la cual se reproducen fragmentos sustanciales.
Dinero para el presidente
El 15 de enero, durante el juicio contra El Chapo, el colombiano Álex Cifuentes Villa –acusado en Estados Unidos por tráfico de drogas– señaló en calidad de testigo que la corrupción por narcotráfico llegó a lo más alto de las instituciones mexicanas: la Presidencia de la República.
Como si estuviera hablando de algo natural, Cifuentes –interrogado por Jeffrey Lichtman, uno de los tres abogados de Guzmán Loera– declaró ante el jurado y el juez Brian Cogan que el acusado le pagó a Peña Nieto 100 millones de dólares, de 250 millones que le pedía, además de que contribuyó a financiar su campaña como candidato presidencial del PRI en 2012.
–¿En febrero de 2014, en una reunión que tuvo usted con los fiscales (estadunidenses), informó que el expresidente Peña Nieto le pidió a Joaquín Guzmán 250 millones de dólares? –preguntó Lichtman al narcotraficante colombiano.
–Sí, señor –respondió el testigo del Departamento de Justicia.
–¿Conoce a la Madre María?
–¿Madre María?… ¡Comadre María!
–¿Usted dijo que ella le entregó 100 millones de dólares a Peña Nieto en la Ciudad de México?
–Eso me dijo Joaquín, que los 250 millones de dólares fueron pedidos a Joaquín Guzmán Loera y al Mayo Zambada (Ismael Zambada García) por el presidente Peña Nieto, pero que él (Chapo) le mandó 100 millones…
–En abril de 2016, meses después de su primera reunión (con la fiscalía), usted participó en otra, en la que contó la historia del pago de los 100 millones de dólares al expresidente, ¿cierto? –cuestionó incisivamente Lichtman.
–Así es.
–Que el pago de los 100 millones de dólares a Peña Nieto se hizo en octubre de 2012.
–Correcto.
–En otra reunión de usted y los fiscales, el 12 de abril de 2016, volvió usted a decir que Joaquín Guzmán pagó los 100 millones de dólares al presidente Peña Nieto.
–Me lo dijo Joaquín –repitió el narcotraficante colombiano.
Enseguida, y para que quedara asentado en actas, el abogado del líder de una de las fracciones del Cártel de Sinaloa le preguntó a Cifuentes Villa respecto a su asistente personal y socia colombiana, Andrea Vélez Fernández, y la relación de ésta con la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
“Andrea (Vélez) Fernández”, comenzó Lichtman, “y el asesor político J.J. Rendón ayudaron a Peña Nieto en su campaña… Andrea le mandó a usted fotos de maletas repletas de dinero en efectivo para la campaña de Peña Nieto”, subrayó el abogado del Chapo Guzmán.
Pese a las objeciones de la fiscal Gina Parlovecchio, Cogan permitió a Lichtman continuar con el interrogatorio a Cifuentes Villa sobre la presunta corrupción presidencial mexicana.
–Le enseñó Andrea las maletas llenas de dinero que iban en un avión de J.J. Rendón destinadas para la campaña, ¿lo recuerda?
–No en un avión. Las fotos que me enseñó Andrea de las maletas llenas de dinero estaban en el Distrito Federal; lo recuerdo, sí, señor.
–En otra reunión con la fiscalía en noviembre de 2017 usted les volvió a hablar de los sobornos a Peña Nieto.
–Creo que sí.
–Luego dijo que Peña Nieto, ya siendo presidente, contactó a Joaquín Guzmán Loera para decirle que no tenía que seguir escondido.
–Eso mismo me dijo Joaquín.
–¿Que la Presidencia quería trabajar con él?
–Me imagino que sí.
–¿El presidente Peña Nieto pidió 250 millones de dólares, pero Joaquín Guzmán Loera ofreció 100 millones de dólares?
–Así es, pero puedo estar confundido con los números.
Lichtman quería más. Aunque el tema de la presunta corrupción presidencial mexicana por narcotráfico no tiene que ver con los cargos que le imputan a su cliente, el abogado estaba ansioso de exponerlo.
–¿En febrero de 2016 usted le dijo a la fiscalía que la organización de los Beltrán Leyva le pagaba al presidente (Felipe) Calderón para que le diera protección en su guerra contra El Chapo Guzmán?
–No recuerdo bien el incidente –dijo el colombiano.
En ese momento el abogado puso a disposición del testigo el documento con la transcripción de lo que en febrero de 2016 les había dicho a los fiscales sobre el asunto.
–¿Los Beltrán Leyva le pagaban al presidente Calderón para que los ayudara en su guerra contra El Chapo Guzmán?
–No recuerdo si era al presidente o al Ejército (…)
Los generales
El 3 de enero de 2019, al celebrarse la primera audiencia en el juicio contra El Chapo en la Corte Federal de Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, la fiscal federal Amanda Liskamm guio con sus preguntas a Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, hasta hacerlo nombrar a algunos militares sobornados por él o por su padre, Ismael El Mayo Zambada García (…)
Liskamm quiso saber sobre una reunión celebrada a principios de 2007 en Culiacán entre un militar de alto rango y El Mayo Zambada. “Al general Antimo lo llevé a Culiacán a conocer a mi papá; era un general, oficial mayor de la Secretaría de la Defensa”, dijo el testigo.
El primogénito del Mayo explicó que a Antimo lo conoció por medio del “licenciado Carlos”, cuyo apellido no dio a conocer.
En pleno arranque del sexenio de Calderón y cuando México estaba bañado en sangre por la guerra entre los cárteles, en Culiacán un jefe de élite de la Sedena se encontraba con El Mayo.
“Se reunió con mi papá, me lo llevó el licenciado Carlos. Había rumores de que otros generales se estaban poniendo al servicio de Arturo Beltrán Leyva, de Los Zetas y los Carrillo Fuentes”, sostuvo El Vicentillo.
“El general Antimo le dijo a mi papá que Arturo, Los Zetas y los Carrillo Fuentes estaban buscando a otros generales para pedirles que atacaran a mi papá, a mi compadre Chapo… a los generales les querían mandar dinero para que nos detuvieran”, acotó El Vicentillo.
En el presunto encuentro en Culiacán, Antimo Miranda le dijo que él y otros generales se pondrían al servicio del Cártel de Sinaloa; ello, según El Vicentillo, porque sabían reconocer las cualidades humanas y la generosidad del Mayo y del Chapo.
“Platicaron como unas cinco horas; el general le dijo a mi papá que le avisaría de cualquier información sobre los Beltrán Leyva, Los Zetas y los Carrillo Fuentes. Mi papá le dijo que le daría una mensualidad. En ese momento le dio 50 mil dólares y le dijo que recibiría 50 mil dólares mensuales”, agregó El Vicentillo (…)
Satisfecha por las respuestas que el testigo dio a sus preguntas sobre la práctica de sobornos a militares en la cúpula del Cártel de Sinaloa, Liskamm quiso saber si El Vicentillo sabía quién era el “coronel Adams”.
Sonriente, el hijo del Mayo dijo: “Era amigo de mi papá’.
Se refería a Marco Antonio de León Adams, jefe de la guardia personal de Vicente Fox cuando éste era presidente.
“Era contacto de mi papá; en 2001 era el encargado de la seguridad (Estado Mayor Presidencial) del presidente Fox”, agregó el testigo y sostuvo que él y su padre se encontraron varias veces con el coronel en la Ciudad de México.
–¿Para qué se llevaban a cabo esas reuniones? –quiso saber Liskamm.
–Para pasarle información a mi papá sobre operativos que se iban a realizar para ubicar a mi compadre Chapo (en ese momento recién fugado de Puente Grande); me reuní con él en el restaurante El Lago, en Chapultepec.
–¿Al coronel Adams se le conocía por algún apodo o código?
–Cuando por radio o teléfono hablábamos sobre él, le decíamos El Chicle… porque en México había una marca de chicles Adams –explicó.
Como ejemplo de los servicios que les brindaba El Chicle al Mayo y a los demás líderes del Cártel de Sinaloa, el testigo lo señaló como una pieza fundamental en un operativo de rescate del Chapo que hicieron él y su padre tras la fuga de Puente Grande.
Zambada Niebla contó que por información que les dio El Chicle sacaron al Chapo de Tepic a bordo de un helicóptero y lo llevaron a Culiacán. El encargado de la seguridad de Fox presuntamente les adelantó que en la capital de Nayarit se llevaría a cabo una operación militar para ubicar y capturar a Guzmán.
El Vicentillo no pudo decirle a la fiscalía a cuánto ascendía el pago mensual que su padre le hacía a Adams, porque eso lo manejaba personalmente El Mayo Zambada.
–¿A cuánto ascendía el gasto mensual del Cártel de Sinaloa en sobornos a militares, policías y funcionarios públicos? –machacó la fiscal.
–A más de 1 millón de dólares –respondió El Vicentillo; agregó que esto ocurrió entre 2001 y 2008, durante los sexenios de Fox y de Calderón (…)
Con información de Proceso