Rey y Kylo Ren en una de las escenas de “Star Wars: El ascenso de Skywalker”.Cortesía Disney
El 25 de mayo de 1977 llegó a las salas de cine un universo que después de 42 años sigue vigente y pareciera no tener fin. Star Wars ha sido mucho más que una saga de ficción salida de la imaginación de George Lucas. Se ha convertido en un legado con el poder de transportarse de generación en generación y crear un universo del que se han apropiado millones de personas.
Desde el enfrentamiento de la Alianza Rebelde contra el Imperio y la aparición por primera vez de personajes emblemáticos como Luke Skywalker, interpretado por Mark Hamill, la princesa Leia, encarnada por Carrie Fisher, el maestro Yoda, los robots C-3PO y R2D2, y, por supuesto, la inolvidable actuación de Harrison Ford como Han Solo, junto a su amigo fiel, Chewbacca, la saga se fue consolidando cada vez más como una de las grandes promesas de la industria del entretenimiento.
Con nostalgia, los fanáticos recuerdan el episodio IV, Una nueva esperanza, cuando Luke conoció a Obi-Wan y juntos fueron al rescate de la princesa Leia, quien estaba bajo custodia del Imperio por robar los planos de la famosa Estrella de la Muerte, un arma letal capaz de destruir un planeta entero con un solo disparo. Las batallas con sables de luz, las naves espaciales, la acción y el romance fueron fundamentales en la trilogía original, además de la revelación de Darth Vader a Luke: “Yo soy tu padre”, en el episodio V, El imperio contraataca.
Después de la trilogía original, la fiebre fue incurable. Disfraces, figuras de acción, cómics y novelas empezaron a venderse en todas partes. Dieciséis años después del episodio VI, El retorno del Jedi (1983), George Lucas lanzó la cuarta entrega, que vendría siendo la primera en el orden cronológico de la trama, llamada La amenaza fantasma, que vio la luz en 1999 y de la que se desplegó una trilogía en la que participaron actores como Natalie Portman, interpretando a Padme Amidala, Ewan McGregor, como la versión joven de Obi-Wan, y Hayden Christensen como Anakin Skywalker, entre otros.
Con estas nuevas entregas, Lucas quiso dar una introducción a la historia de Darth Vader y a cómo su conflicto interno con la fuerza hizo que se convirtiera en lo que tanto temió: un villano con mucho poder. Además decidió profundizar en la problemática política de la historia de Star Wars, en la que la República, que pretendía ser una democracia que abarcaba toda la galaxia, empieza a transformarse poco a poco en una dictadura, liderada principalmente por el senador Palpatine, una situación que no está muy alejada de la realidad si se mira de cerca.
Ante la crisis política que se vivía en la galaxia y el movimiento separatista liderado por el conde Dooku, se desata El ataque de los clones, el episodio II de la saga. Finalmente, con Vader ya en el juego, los jedi se ven obligados a esconderse, incluido el maestro Yoda, y la única esperanza que queda para salvar la galaxia son Luke y Leia, los hijos de Anakin y Padme.
La venganza de los sith fue la última entrega de la trilogía de precuelas y se lanzó en 2005. Diez años después, en 2015, un nuevo trío de secuelas empezó a ver la luz con El despertar de la fuerza, dirigida esta vez por J.J. Abrams. La historia se desarrolla 30 años después de la batalla de Endor y en ella reaparecen varios de los personajes principales de la trilogía original, como Leia Organa, Luke Skywalker, Han Solo, Chewbacca y C3PO, y la fanaticada de la saga se encuentra con Rey, una recolectora de chatarra del planeta desértico Jakku, con un pasado misterioso y un origen desconocido, pero una gran sensibilidad a la fuerza, que se une a la Resistencia.
Además, la película introduce a Ben Solo, que se hace llamar Kylo Ren y es hijo de Leia y Han Solo. Él hace parte del lado oscuro de la fuerza y trabaja para Snoke, uno de sus líderes. Esta entrega tuvo varias críticas, pero la más recurrente fue su indiscutible parecido con Una nueva esperanza en cuanto al rol de los personajes y algunos sucesos. En esta parte de la historia, Rey y Finn, un stormtrooper desertor que también se une a la Resistencia, apoyan a Han Solo y Chewbacca, quienes buscan a Leia. Durante el transcurso de la película, Rey descubre que es sensible a la fuerza y se enfrenta a Kylo Ren en un duelo de sables de luz para obtener los planos que la llevarán a encontrar, finalmente, a Luke Skywalker.
En 2017 se estrenó la última película en la que Carrie Fisher interpretaría a Leia Organa, dado el fallecimiento de la actriz el 27 de diciembre de 2016. Los últimos jedi muestra cómo Luke Skywalker se encarga de entrenar a Rey para convertirla así en la última jedi, sin embargo el conflicto y la tentación de explorar el lado oscuro tratan de apoderarse de ella, con la influencia directa de Kylo Ren.
El estreno de la novena entrega de la saga El ascenso de Skywalker promete resolver varias incógnitas, entre ellas la intensa relación entre Rey y Ben Solo. Lo que queda de la Resistencia se enfrentará a la Primera Orden y los jedi, por su parte, pelearán con los sith por última vez. En cuanto a la participación de Carrie Fisher, es obvio que sin la general Leia no hay historia, así que el director, J.J. Abrams, utilizó material de archivo inédito de los rodajes de El despertar de la fuerza y Los últimos jedi para recrear las escenas en las que ella participa.
Pareciera que 42 años no son suficientes para despedir una saga que marcó la historia del cine y la vida de millones de fans, pero, para tranquilidad de muchos, las primeras reacciones a la novena y última entrega de esta propuesta han sido bastante satisfactorias. “Está lejos de ser lo que muchos esperan, definitivamente es un cierre con broche de oro a toda una era”, comenta Juan Manuel Loaiza, un fan que creyó que el final no daría la talla, pero al final quedó más que satisfecho.
Con información de El Espectador