El paciente —cuya identidad se mantiene en el anonimato por razones de privacidad— llevaba dos meses a bordo de la estación cuando se descubrió un trombo en su vena yugular interna. Es la primera vez que un astronauta sufre una trombosis en el espacio.
Los expertos de la NASA optaron por tratar al astronauta con medicamentos anticoagulantes. Sin embargo, solo había una cantidad limitada del medicamento en cuestión —la enoxaparina— a bordo de la EEI.
Además, “existe cierto riesgo cuando se toman anticoagulantes de que, si se produce una lesión, se provoquen hemorragias internas difíciles de detener”, concluyeron los médicos.
Ante ese panorama, Stephan Moll, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, elaboró un plan de tratamiento para distribuir las dosis del fármaco hasta el próximo envío de medicamentos a la EEI. Bajo la supervisión de los médicos, el astronauta se hizo ecografías en el cuello y envió los resultados a la Tierra. El tratamiento duró unos 40 días. Finalmente, tres días después una nave de suministros llegó a la estación.
El astronauta hasta se puso en contacto con Moll desde el espacio. “Mi esposa contestó y me pasó el teléfono diciendo: Stephan, te llaman desde el espacio”. El médico subrayó que el enfermo espacial “solo quería hablar con él, como si fuera otro de sus pacientes, y sorprendentemente, la conexión era mejor que cuando llama a su familia en Alemania”.
Más de 90 días después, el astronauta regresó a la Tierra. En cuanto al coágulo, desapareció diez días después.
Moll está convencido de que el insólito caso podría contribuir a comprender mejor cómo se puede prevenir la trombosis y si debería haber más medicamentos a bordo de la EEI durante misiones de larga duración, en particular, el futuro viaje a Marte.
Con información de Sputniknews