Hoy 6 de enero, los cristianos conmemoran la llegada de los Reyes Magos a Belén (Día de Reyes). Según la tradición portaban oro, incienso y mirra. Pero, el Evangelio solo habla de magos, en ningún momento se indica que fuesen reyes, y tampoco se mencionan sus nombres.
Esta creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular. Pero, ¿qué representaban estos ‘tres reyes magos’ para el cristianismo?
Estos «magos», según la creencia católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos que el Evangelio ve como las primicias de las naciones que aceptan, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.
1412: nace Juana de Arco, heroína francesa, santa católica (m. 1431). A los trece años dijo que había oído la llamada de Dios. Algún tiempo después, confesó haber visto a San Miguel y a las primeras mártires Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita, cuyas voces le acompañarían durante el resto de su vida.
En los primeros meses de 1429, en el transcurso de la Guerra de los Cien Años, cuando los ingleses estaban a punto de capturar Orleans, esas voces la exhortaron a ayudar al delfín para así cumplir con su misión de vida, la de liberar a Francia.
Finalmente, Juana murió el 30 de mayo de 1431 en una hoguera debido a que fue acusada de brujería y herejía. Al momento de muerte, se dice que gritó muchas veces “¡Jesús!”. Sin embargo, se comenta que al momento de ser quemada, sus entrañas y corazón no ardieron, algo que por supuesto, aterrorizó a la gente que presenció el hecho. También se sostiene que en realidad no murió en la hoguera sino que fue cambiada por otra mujer.
Con información de Culturizando