Los científicos suecos descubrieron que la piedra rúnica de Rök, erigida por los vikingos, sirvió como advertencia contra una crisis climática global que temían los antiguos escandinavos, informa el portal científico Science Alert.
La piedra de Rök tiene la inscripción rúnica más larga del mundo, de más de 700 runas. Se cree que fue un monumento en memoria del hijo muerto del autor. El significado exacto del texto sigue sin estar claro, puesto que faltan partes y contiene varias formas de escritura.
Los investigadores suecos volvieron a analizar el texto, que habla de un “conflicto entre la luz y la oscuridad, el calor y el frío, la vida y la muerte”, y lo interpretaron como una descripción del fin del mundo, precedido por el Fimbulwinter, un invierno de tres años.
Los vikingos temían que se repitiera la anterior crisis del clima frío en Escandinavia.
“La inscripción hace referencia a la ansiedad causada por la muerte de su hijo y el temor a una nueva crisis climática, similar al desastre después del año 536 d.C.”, escriben los autores.
Se cree que la crisis del siglo VI fue causada por una serie de erupciones volcánicas que afectaron dramáticamente el clima y llevaron a unas temperaturas medias más bajas, cultivos destruidos y la consiguiente hambruna y extinción masiva. Se estima que la población de la Península Escandinava disminuyó al menos en un 50% en aquel entonces.
Los investigadores señalan que la memoria de estos eventos puede haberse transmitido e incluso haber influido en la mitología. Por lo tanto, el autor de las runas temía que se repitiera el desastre natural, que podría haber sido presagio del fin del mundo Ragnarök.
Con información de Sputniknews