El nuevo parque nacional argentino Iberá se prepara para hospedar a cinco yaguaretés que serán los primeros representantes de esta especie reintroducidos en el país.
La provincia de Corrientes, en el noreste de Argentina, donde se ubica Iberá, perdió sus yaguaretés a mediados del siglo XX, tanto por caza directa, como por la pérdida de hábitat natural. Los únicos felinos de esta especie que se quedaron en Argentina se refugiaron en las selvas de la provincia cercana de Misiones, fronteriza con Brasil y Paraguay.
El trabajo para devolver al yaguareté a Corrientes fue liderado por la fundación Rewilding Argentina que logró obtener el apoyo de las autoridades locales.
Los protagonistas del programa son cinco yaguaretés jóvenes que crecieron sin contacto con el hombre, en corrales, alimentándose de presas vivas, como carpinchos. Pronto tendrán que cazar estos cávidos por sí mismos, regulando así la población de los herbívoros de la región y ayudando a restaurar el equilibrio ecológico en el parque nacional, abierto tan solo en 2018.
“La restauración del predador tope permitirá recomponer la riqueza y diversidad del entorno y asegurará la continuidad genética en todo el país”, dijo Sofía Hainonen de Rewilding Argentina.
Como explican los organizadores, la reintroducción de yaguaretés en Corrientes sería imposible sin cambiar la mente de la gente, en primer lugar, explicando para ellos el beneficio económico, por ejemplo, gracias al desarrollo del ecoturismo.
“Una vaca comida por un yaguareté vale 250 dólares; un vehículo de avistamiento transporta a 10 turistas que pagan cada uno 250 dólares por día. La cuenta es fantástica”, subraya el biólogo Leonardo Sartorello que comparte sus experiencias con Rewilding Argentina.
Lo más importante es que las autoridades locales piensan al unísono con los biólogos. “Hace tres años ingresaban al parque 22.000 visitantes y lo hacían solo desde Colonia Pellegrini. Hoy son más de 80.000, desde cinco pueblos diferentes”, informa el senador Sergio Flinta, presidente del Comité Provincial Iberá.
La reintroducción se practica en muchos países interesados en restaurar su biodiversidad, dañada por la actividad humana. Por ejemplo, España, de esta manera, ha logrado no solo ‘resucitar’ de la extinción a su felino insignia, lince ibérico, sino también devolver a Europa a la ibis eremita.
Con información de Sputnik