Un hecho escalofriante fue descubierto en Panamá, pues en una fosa común se encontraron los cuerpos sin vida de una mujer embarazada, cinco de sus hijos y una adolescente.
Quienes orquestaron la masacre fueron miembros de la secta religiosa “La Nueva Luz de Dios”, organización que ha aterrorizado la comarca indígena de Ngäbe-Buglé.
Funcionarios policiales acudieron al sitio, una zona de difícil acceso a más de 200 km de la ciudad de Panamá, motivados por la denuncia de tres jóvenes que lograron escapar de la secta religiosa.
Cuando los uniformados llegaron al lugar encontraron una cabaña que fungía como iglesia de “La Nueva Luz de Dios” y justo en ese momento se llevaba a cabo un extraño rito.
Los reportes oficiales refieren que había 15 personas maniatadas y con signos evidentes de maltrato, por lo que se procedió a aprehender a 10 personas presuntamente responsables.
Se ha referido que los miembros de la secta religiosa practicaban violentos ‘exorcismos’ y torturaban a sus miembros para “sacarles el Diablo”.
Por su parte, el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá externó sus condolencias a un hombre que se desempeña como cabo segundo de la Policía Nacional, pues es presunto viudo de la embarazada asesinada y padre de los menores fallecidos.
Ha trascendido que la razón por la que se asesinó a las siete personas fue que se negaron a formar parte de la secta “La Nueva Luz de Dios”. También se ha dicho que el abuelo de los menores masacrados podría estar implicado en el crimen.
Con información de Grupo Fórmula