A cambio de dinero, Iván Reyes Arzate, quien dirigía la unidad Antidrogas de la Policía Federal mexicana y era el enlace con la DEA, pasaba información sobre las actividades e investigaciones de la agencia antidrogas estadounidense a integrantes de cárteles mexicanos, e incluso reveló la identidad de un informante que fue torturado, según consta en las imputaciones legales en su contra.
Reyes Arzate, apodado La Reina, se entregó a las autoridades estadounidenses en 2017 y el año siguiente fue sentenciado a tres años de prisión. Ahora el exdirector de la unidad de combate al narcotráfico en México enfrenta nuevos cargos en EEUU: de intentar traficar cocaína.
Además, a Reyes Arzate se le acusa de haber colaborado para realizar acciones corruptas con Genaro García Luna, su anterior jefe y el exencargado de todos los aspectos de la seguridad mexicana, quien ahora está bajo la mira por vínculos con narcotraficantes.
“El acusado se aprovechó de su posición de poder y abusó de los enormes recursos de la Policía Federal Mexicana y de la DEA para obtener información sensible, que entregó a narcotraficantes, posibilitando que algunas de las organizaciones criminales más violentas del mundo cometieran más delitos”, dice la nueva imputación, hecha pública este viernes.
“La evidencia que demuestra la asistencia corrupta del acusado [Reyes Arzate] con los cárteles incluye, entre otras cosas, testimonios de testigos cooperantes que conocen de primera mano los delitos e interceptaron comunicaciones obtenidos con intervenciones y escuchas con autorización judicial”, añade el documento contra Reyes Arzate.
La denuncia refuerza el historial de colusión entre el aparato de seguridad mexicano y los grupos de delincuencia organizada que presuntamente estaban persiguiendo.
Hace unos meses el gobierno federal de México incluso reconoció que en 50 municipios del país ya hay investigaciones abiertas por aparente colusión de las autoridades locales con grupos delincuenciales.
Asimismo, en el juicio a Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo y exdirigente del Cártel de Sinaloa, varios testigos aseguraron que una cantidad considerable de policías habían recibido sobornos directamente de manos del cártel. Algunos testimonios incluso inculparon a figuras de muy alto nivel, como García Luna y hasta el expresidente Felipe Calderón.
La acusación contra Reyes Arzate podría afectar aún más a García Luna, quien fue detenido en diciembre y está en espera de un posible juicio.
Se debe a que el caso contra La Reina se realizará en el mismo tribunal de Brooklyn donde está pendiente el proceso contra García Luna y donde se realizó el juicio contra El Chapo.
De ese modo, los procesos se alimentarían entre sí en la corte y los fiscales tendrían material adicional para argumentar que García Luna no solamente colaboró con el Cártel de Sinaloa, como consta en su imputación, sino también con el Cártel Beltrán Leyva.
El exsecretario de Seguridad ya enfrenta una condena de 10 años de prisión a cadena perpetua si es declarado culpable.
Con información de La Prensa