En un balance de energía negativo, el cuerpo consume más calorías de las que ingiere, y por tanto se da una pérdida de peso.
En la noche no tendremos actividades que nos demanden importante consumo calórico, por lo tanto, al comer alimentos ricos en calorías o carbohidratos, “lo que el cuerpo no gaste se almacenará en forma de grasa”, señala un artículo del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
De acuerdo a IMEO digerir y metabolizar las proteínas gasta más energía que comer carbohidratos, que son utilizados directamente para obtener energía.
Por ello es preferible cenar proteínas. Para digerir las proteínas nuestro cuerpo requerirá energía y si se agotan las reservas de glucosa, recurre a los ácidos grasos de la grasa para su digestión.
El cenar proteínas también ayuda al cuerpo a reparar células y producir células nuevas.
Las proteínas se pueden encontrar en alimentos que provienen de animales (proteína animal) y de plantas (proteína vegetal).
ALIMENTOS CON MAYOR APORTE DE PROTEÍNAS
- Carnes magras de res, cerdo, aves.
- Huevos
- La leche y productos de la leche, como el yogur y el queso
- Pescado
- Lentejas, garbanzos, frijoles y otras legumbres
- Productos de soya, como la leche de soya o el tofu
- Nueces, almendras, avellanas, manís y sus mantequillas, como la mantequilla de almendra, la mantequilla de maní, la mantequilla de nuez de soya.
- Semillas de girasol
RECOMENDACIONES
- Consuma proteínas que sean bajas en grasas.
- Limite las azúcares agregadas, el colesterol, la sal (sodio) y las grasas saturadas, también conocidas como “grasas sólidas”, que son las grasas que vienen de las carnes grasosas y de los productos derivados de la leche altos en grasa como la mantequilla.
- La meta es perder de ½ libra a 2 libras (de ¼ de kilo a 1 kilo) por semana (después de las primeras semanas de pérdida de peso).
- No haga cambios radicales en su dieta sin antes acudir con un especialista de la salud, sobre todo si tiene algún padecimiento y se encuentra en tratamiento médico.
Con información de La Prensa