Una de las preocupaciones más frecuentes que muchos enfrentamos en nuestra vida cotidiana es el tener fugas de dinero. No importa si son pequeñas o grandes, al final de cuentas, son fugas, dinero con el que no vas a contar.
Y sí, efectivamente, si no lo sabemos administrar, el dinero se escapa como el viento; y muchas veces estos escapes son casi invisibles e imperceptibles a nuestros sentidos.
En la mayoría de los casos no sabemos en qué gastamos de más, si no compramos nada diferente al gasto regular y programado. Entonces… ¿a dónde se va nuestro dinero?, ¿por qué es tan difícil ahorrar aunque sea un poco de más? ¡Aquí te lo diremos!
El ahorro en el supermercado es uno de los aspectos clave -ese granito de arena- con el que podemos empezar a guardar pequeñas cantidades para nuestros grandes sueños.
-No salgas al súper sin tu lista. Házla previamente y anota todo lo que necesitas comprar (para la comida, planifica tus platillos de la semana o quincena y verás que no comprarás comida de más).
-Intenta no agregar productos de los que realmente necesitas. Los supermecados ubican todos sus productos estratégicamente, así que no caigas en la tentación porque ellos saben que si lo ponen a la entrada o en la sección de cajas, es más probable que te los lleves.
-Los supermercados manejan días con promociones. Por ejemplo, fíjate en qué días la fruta es más barata (por mencionar un ejemplo).
-Intenta ir cuando no tengas hambre o, de lo contrario, se te antojará todo lo que tengas en frente y comprarás de más.
-No siempre necesitas usar el carrito. Si vas a comprar pocas cosas y las puedes cargar, mucho mejor.
-Busca alternativas en marcas. Muchos productos son fabricados por más de una marca. Si desconfías en que la marca más barata no sea igual que la que acostumbrabas comprar, fíjate en el listado de ingredientes y verifica el contenido.
-Fíjate siempre en la fecha de caducidad. Si están próximos a vencerse, muchas veces expiran y los terminamos tirando. Es preferible si tienes tiempo para que caduquen, pues te dará tiempo para consumirlos.
-Compara el contenido y precio de cada producto. Muchas veces nos vamos con la ilusión de que cuanto menor es el empaque, el producto será más barato. Quizá valga la pena comprar la presentación más grande de ese producto, pues te rendirá más y mejor por cada unidad de contenido.
-Evalúa el empaque. Muchas veces -sin importar marca o producto- la misma compañía usa diferentes materiales para empacar sus alimentos: frascos de vidrio, cartón, bolsas (entre muchos otros). Recuerda que cuanto mayor calidad tenga el empaque, mayor precio tendrá el producto.
-Ve solo(a) al súper y ahorrarás más. Es probable que, si vas acompañada(o), terminarás comprando de más, pues cada quien tiene sus gustos e intereses de compra y si accedes eso multiplicaría los productos con los que llegues a la caja.
De esta manera, tu plan de ahorro se convertirá en una rutina y buen hábito, que te favorecerá tanto a ti, como a toda tu familia.
Con información de OCC Mundial