En Reforma, Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha la construcción de la fase uno del Gasoducto Cuxtal para llevar gas a la península de Yucatán.
También dio luz verde a la operación de dos dragas para desazolvar la desembocadura de los ríos Usumacinta y Grijalva, en el puerto de Frontera, Tabasco.
El mandatario arribó a esta capital vía aérea después del mediodía y se trasladó al Complejo Procesador de Gas Cactus Nuevo Pemex, en Reforma, Chiapas, donde dio el banderazo de arranque del Gasoducto Cuxtal Fase 1, por el que a través de Cenagas se transportará gas marino del Golfo de México hacia la península de Yucatán.
El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, explicó que la empresa francesa Engine es la encargada de su construcción y se tiene previsto inaugurarlo en julio próximo.
Para la obra, el presidente López Obrador destacó el apoyo de un hombre “con experiencia y firmeza” como Manuel Bartlett y citó la buena negociación en contratos con la construcción de gasoductos.
Lo anterior, dijo, permitió reducir el costo de las tarifas para el transporte de gas y tener más holgura económico-financiera en la CFE para llevar a cabo estas obras para conectar el ducto de Tuxpan, Veracruz, a Cactus, Chiapas y la península de Yucatán.
El Ejecutivo resaltó que el sureste no tiene el gas que necesita para su desarrollo, materia prima básica para la industrialización y generación de energía eléctrica, por eso esta obra que incrementará el abasto de gas hasta en 10 veces lo que actualmente se lleva a la península de Yucatán, incluyendo Campeche y Quintana Roo.
“Es una gran obra”, destacó, y reiteró que en el mediano y largo plazo se producirá más gas, porque en el gobierno anterior “ni siquiera había un plan de gas para extraer gas, no existía un plan, todo era contratos y comercio”.
Añadió: “Vamos a comprar, vamos a importar gas, pero el objetivo debe ser lograr la autosuficiencia en gasolinas, en gas y desde luego en productos petroquímicos”.
Posteriormente, López Obrador se dirigió al puerto de Frontera, Tabasco, pero a la altura de la Villa Tamulté de las Sabanas, del municipio de Centro (cabecera de Villaherrmosa), se detuvo para presenciar el baile del “caballito” de la comunidad indígena chontal que desde temprano aguardaba su paso.
Ahí, el primer mandatario prometió regresar a visitarlos a finales de marzo y traer respuestas a las demandas de sus primeros y fieles aliados desde su época de líder opositor en los años ochenta.
En el puerto de Frontera, López Obrador abanderó las dragas “Montebello” ADR-18 y “Morelos” ADR-19, adquiridas por la Secretaría de Marina para desazolvar la desembocadura de los ríos Usumacinta y Grijalva hacia el mar, así como para atraer inversiones turísticas, comerciales y petroleras por su cercanía con el puerto de Dos Bocas, donde se construye la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex)
“Es la hora del sureste porque durante muchos años la inversión pública se orientó al norte, bajío y centro al país y se abandonó el sur y el sureste de México”, destacó, e hizo un repaso sobre la histórica importancia del puerto de Frontera. Desde la llegada de Hernán Cortés hace 500 años y la batalla de Cintla entre los chontales mayas y los conquistadores, hasta el tráfico de maderas preciosas en la época de la colonia y el porfiriato.
López Obrador dijo que siempre se pensó en la necesidad de desazolvar el puerto e Frontera para la entrada de embarcaciones de mayor calado, demanda a la que respondió el presidente Francisco I Madero, enviando una draga para realizar los trabajos.
Más tarde Frontera tuvo otro auge con la exportación de plátano, en lo que se llamó el boom del “oro verde”, sin embargo, llegó a su fin y surgió el “boom” petrolero de los años setenta.
Se extrajo mucho petróleo de Tabasco, pero no hubo beneficios, al contrario, se contaminaron las tierras y aguas, se afectó el medio ambiente, no hubo progreso con justicia.
En un momento emotivo, el presidente de la República refirió que su difunta madre, Manuela Obrador, nació en el puerto de Frontera, y celebró que por iniciativa del secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y a petición de los porteños, se adquirieran las dos dragas para desazolvar y reactivar el viejo puerto.
Ojeda Durán detalló que el proyecto consiste en crear un afluente con más profundidad que permita recibir embarcaciones de mayor calado, aprovechando las ventajas geográficas del puerto.
En el evento, el presidente López Obrador estuvo acompañado de los gobernadores de Tabasco y Chiapas, así como de los titulares de Pemex, CFE y de Energía. Al término del acto partió rumbo al estado de Campeche.
Con información de Debate