El cineasta español José Luís Cuerda ha fallecido este martes a los 72 años en su residencia de Madrid tras sufrir una embolia, según un comunicado hecho público por su familia. Cuerda fue un auténtico maestro del cine español, autor de películas imprescindibles como Amanece que no es poco, La marrana, La lengua de las mariposas o El bosque animado.
El director de Albacete, que el próximo 18 de febrero hubiese cumplido los 73, estrenó su última película hace ya dos años. Se trataba de Tiempo después, la adaptación de la novela homónima del propio Cuerda, un filme ambientado en un futuro postapocalíptico que cerraba la tetralogía del surrealismo que inició en 1983 con la película Total, seguida de la exitosa Amanece que no es poco (que se convirtió en un film de culto dentro del panorama cultural español y dejó para la posteridad una frase mítica: “Alcalde; todos somos contingentes, pero tú eres necesario”) y Así en el cielo como en la tierra. Las cuatro películas constituían una serie que mostraba una versión agridulce del mundo.
Tiempo después se estrenó 30 años después de Amanece, que no es poco, y el realizador habló con La Vanguardia de los cambios transcurridos en este tiempo: “España se ha puesto en manos de unos listísimos listillos cuya única perspectiva es forrarse, sea como sea”. La cinta, protagonizada por un elenco de lujo encabezado por Roberto Álamo, Miguel Rellán, Blanca Suárez y Gabino Diego, no ahorraba en ataques a unas clases altas y medias.
Cuerda dirigió en 1999 la laureada La lengua de las mariposas, protagonizada por un excelso Fernando Fernán Gómez. Se trataba de una visión tierna y al mismo tiempo descarnada de la Guerra Civil española desde la relación de un niño (Manuel Lozano) con su maestro.
El año pasado fue homenajeado con el premio Feroz de Honor a toda su carrera.
El cineasta manchego, ejerció asimismo de productor, guionista y escritor y era muy prolífico en las redes sociales. En Twitter contaba con más de 152.000 seguidores, muchos de ellos menores de 30 años, que admiraban su afilado sentido del humor, siempre tan satírico, disparatado y surrealista.
De niño Cuerda estudió en el seminario y luego comenzó la carrera de Derecho, que abandonó para trabajar en TVE. En 1977 debutó como realizador en el telefilme El túnel, basado en la novela de Ernesto Sábato y ese mismo año dirigió a Sancho Gracia y Terele Pávez en otro telefilme ambientado en el mundo del boxeo, Mala racha. Su debut en la gran pantalla fue con la comedia Pares y nones, que marcó su primera y fructífera colaboración con el actor Antonio Resines, con el que volvería a coincidir en Amanece, que no es poco (1989); La marrana (1992) y Tocando fondo (1993). Como productor, Cuerda hizo de padrino de Alejandro Amenábar ya que produjo las tres primeras películas del director español. Así, participó en los éxitos de ‘Tesis’, ‘Abre los ojos’ y ‘Los otros’.
“Reflexionar riendo, reír reflexionando”
Hace siete años, Cuerda presentó en Barcelona el libro sobre el rodaje de Amanece que no es poco en el desaparecido Club Coliseum, una cita que le sirvió de excusa para dar un repaso a las situaciones más significativas de su infancia, rememorar un pasado que tenía muy presente y dejar bien claro que la película que rodó en 1988 no podría hacerse ahora. Cuerda, tan dado él a expresar sus sentimientos sin tapujos, respondió que en la actualidad ya no hay pícaros como los que caracterizan a sus personajes, sino “sinvergüenzas”. “La picaresca actual sólo se puede ver en el fútbol”.
Cuerda remitió sin dudarlo a la influencia de don Alonso, el maestro que tuvo de pequeño en su Albacete natal, “un hombre que nos pedía que contásemos hasta mil mientras se quedaba dormido”. También su padre, un jugador de póquer sin oficio ni beneficio que les dijo a sus hijos que habían salido buenos “porque habéis querido”. Y para acabar de rematar ese caldo de influencias tan personales rememoró su penosa experiencia como estudiante de derecho en Madrid. “Una mierda, totalmente abominable”, en palabras del cineasta.
Cuerda mostraba por aquel entonces el mismo sentido del humor que en sus inicios y apostaba siempre por “reflexionar riendo, reír reflexionando”. Solo de una mente privilegiada y especial como la suya pudo nacer algo como Amanece, que no es poco, una película que generó alabanzas y críticas a partes iguales y que le salió “una miaja borde”. Una obra arraigada a un bancal que cuenta con clubs de fans de todas las edades capaces de recitar de memoria pasajes enteros.
El cineasta manchego ejerció asimismo de productor, guionista y escritor y era muy prolífico en las redes sociales
La muerte de Cuerda ha causado una gran consternación en la industria del cine. El cómico y presentador Andreu Buenafuente le ha rendido homenaje con una bonitas palabras de recuerdo: “Un honor haber remado con amigos para que hicieras tu última peli. No eras mayor. Eras un gigante y nosotros aprendimos de ti. Otra cosa es que sepamos aplicarlo. Te recordaré siempre”.
También desde la política se ha recordado su figura en la historia del cine español. Así lo ha manifestado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter: “El cine español no se entiende sin José Luis Cuerda. Con su particular mirada, su humor surrealista y una especial forma de emocionarnos se hizo imprescindible, mucho más que necesario. Triste noticia la muerte de alguien que nos ha hecho más felices, más libres. Gracias, maestro”.
Con información de La Vanguardia