Los estilos de zapatos formales se han creado a lo largo y ancho del mundo, siempre con adaptaciones y cambios sencillos en tecnología -aplicada a la confección- que se han generado gracias a la acción del tiempo y a las necesidades del hombre. Aunque las pistas históricas nos lleven por rumbos distintos, las influencias más marcadas si tienen un punto específico. Cada zapato tiene su propia historia y, por supuesto, su propio título. Todos estos clásicos del armario siempre resistirán a los cambios inminentes de tendencias y su elegancia se conservará siempre.
Analizamos el origen de cada uno de estos estilos de zapatos que no deben de faltar en tu lista de piezas obligatorias para SS ’20 (primavera y verano) -y para todos los años o temporadas.
Oxford
Este estilizado zapato está inspirado en el calzado tradicional de los campesinos irlandeses. En su anatomía original se agregaron agujeros pequeños con una secuencia que adornaba la punta y costuras laterales. Estos detalles facilitaban su secado interno (sí, a la antigua) Su hijo en la cadena evolutiva es el “Oxford”: una variante inglés que se inmortalizó en la década de 1930 gracias a Edward VIII, Príncipe de Gales. A pesar del paso del tiempo, este zapato, sigue siendo el diseño más formal. Ideal para ocasiones especiales.
Mocasín
Este calzado, también, puede ser uno de los más viejos con una forma arcaica propia de los nativos americanos de la costa de Virginia. Su nombre “Mocasín” se deriva de makasin que significa zapato en lengua algonquina. Pero, del otro lado del océano, también se discute su apropiación legitima. En Noruega, el zapatero Nils Tveranger -quien había pasado algunos años viviendo en Boston- al regresar a su país nórdico, decidió fusionar la influencia indígena americana con el calzado de los pescadores de su natal Aurland. Y así es como nace en los primeros años de 1900 el diseño preppy que conocemos actualmente.
Monkstrapp
Su concepción nos hace viajar por la historia eclesiástica, llevándonos a un calzado usado por los monjes -bautizándolos, simplemente, “Monk”- El primer eslabón no era más que una sandalia sujetada por una correa de piel con una hebilla. Este diseño permite omitir por completo las agujetas, siendo estas hebillas el máximo factor de formalidad. El monkstrap de doble hebilla es el hit de momento: úsalos en acabado charol para eventos de etiqueta y de gamuza para un resultado más informal.
Bucks
Estos zapatos fueron diseñados, originalmente, para ser tenis y su primera aparición data de los últimos años de 1800. Aunque parecen zapatos de vestir, lo cierto es que los materiales y su suela de goma no ayudan mucho a la formalidad. El detalle color rojo en la suela se introdujo en 1930 y hasta la fecha su estructura sigue conservándose.
Derby
Las primeras apariciones del icónico derby nos llevan hasta el siglo XIX, y como toda prenda clásica, nos lleva a un escenario concretamente de origen militar y de la mano del general prusiano Gebhard Leberecht von Blücher. Blücher se vio en la gran necesidad de que él y toda su tropa portaran unas botas de combate de calidad con las solapas laterales cosidas en el exterior. De esta forma nacieron los blucher o zapato derby.
ALPARGATAS
Las espadrilles -como se le conocen en España- (o alpargatas) toman su nombre de la palabra catalana “espardenya”, empleada para referirse al calzado de loneta o tela con suela de materiales naturales como el yute y utilizados por los campesinos del siglo XIV en el sur de Francia y gran parte de la península ibérica. Durante los años cuarenta, Coco Chanel convirtió al calzado en símbolo de lujo en las costas francesas y ahora son un calzado de vacaciones, de climas tropicales y diseño infalible para la playa.
Driver
Hace poco más de cincuenta años -cuando la primera ola de la Jet Set Italiana comenzaba a adoptar la pasión por las carreras y los autos de lujo- un nuevo zapato apareció en la escena: el Driving Shoe. La intención de este diseño era reemplazar al zapato “convencional” por uno que permitiera un mejor conducción. El artesano italiano, Gianni Mostile, diseñó un mocasín innovador en 1963, y lo llamó “Car Shoe”
En un principio esta versión era exclusiva para la élite italiana -porque no todo el mundo podía pagar por unos zapatos de cuero solo para conducir coches deportivos- Los Driver Shoes cobraron popularidad en los años setenta y su estructura no ha recibido grandes cambios. Este híbrido entre mocasín italiano y mocasín americano se identifica con una suela con ligeras tachuelas de goma y, actualmente, es el zapato casual por excelencia.
Con información de GQ