El análisis de los restos de una mujer de hace 9.900 años hallados en una cueva submarina de la península de Yucatán demostró que los humanos podrían haber llegado al continente en varias oleadas.
El cráneo de la joven paleoindia, de unos 30 años y descubierto en septiembre de 2016, tenía varios traumas. Además, estaba gravemente deformado por una posible infección bacteriana.
Al analizar los restos de la mujer —a los que han bautizado como Chan Hol 3— un equipo internacional de investigadores llegó a la conclusión de que la forma de su cráneo era muy diferente a la de los que se habían encontrado hasta el momento en distintas poblaciones de la zona.
En particular, todos los esqueletos de Tulum son mesocefálicos, en otras palabras, tienen cabezas redondas. A diferencia de ellos, los paleoindios del centro de México y América del Norte —entre ellos Chan Hol 3— tienen cabezas alargadas, algo que puede servir de prueba de que “dos grupos paleoindios morfológicamente diferentes vivieron en América en ese momento”.
“Es posible que hayan llegado al continente americano desde distintos lugares de origen”, sugirió el principal autor del estudio, Wolfgang Stinnesbeck, de la Universidad de Heidelberg (Alemania), quien subrayó que también es posible que un pequeño grupo de colonos hubiese vivido aislado en la península de Yucatán y “rápidamente desarrollase una morfología craneal diferente”.
Este hallazgo arroja luz sobre los primeros pobladores de la región y refuta la teoría anterior, según la cual habitó los primeros asentamientos de la zona solo un grupo paleoindio. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista especializada Plus One.
Con información de Sputniknews