La presencia de mujeres en carreras científicas, como física o ingeniería, continúa siendo muy inferior a la de los hombres. Pese a que el número de mujeres en puestos científicos se ha incrementado, las proporción de catedráticas y profesoras no llega al 25 por ciento.
La baja visibilidad de las mujeres científicas, la escasa presencia de referentes femeninos en el mundo de las ciencias, la existencia de prejuicios sociales y otra amplia cantidad de factores inciden para que las niñas presenten un bajo interés por apuntarse a este tipo de carreras.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/70/474/Add.2, decide proclamar 11 de febrero de cada año el Día Internacional de las Mujeres y Niñas en las Ciencias, reconociendo, entre otras cosas, que las mujeres y las niñas juegan un papel crítico en las comunidades de ciencia y tecnología, así como en el desarrollo económico sostenible y que su participación debe ser fortalecida.