El Inter de Milán, uno de los favoritos a levantar la Europa League, selló este jueves un trabajado triunfo fuera de casa ante el Ludogorets (2-0) búlgaro en la ida de dieciseisavos de final de la Europa League.
El conjunto ‘nerazzurro’ llegado a la segunda competición europea procedente de la Champions League como tercero de grupo, fue superior al conjunto búlgaro y gozó de mejores ocasiones, pero no fue hasta el minuto 71 cuando logró un gol que suponía un preciado botín de cara al duelo de vuelta en el estadio Giuseppe Meazza.
El volante danés Christian Eriksen, llegado al cuadro interista en el mercado de enero procedente del Tottenham, anotó su primer gol con sus nuevos colores.
Tras una larga combinación de pases, Eriksen recibió la dejada del belga Romelu Lukaku en la frontal del área y sacó un disparo que llegó a tocar el meta local pero sin poder evitar que finalizase al fondo de las redes.
“Estoy contento por él, el gol siempre da confianza. Christian sólo necesita trabajar para recuperar la condición física adecuada, para encontrar el brillo de sus mejores momentos en el Tottenham”, declaró su entrenador Antonio Conte.
El poderoso delantero belga llevaba seis minutos sobre el césped tras haber sustituido al argentino Lautaro Martínez.
Pero su contribución no se limitó a esa acción. Cuando se sobrepasaban cuatro minutos del tiempo reglamentario, Lukaku convirtió un penal que pone la eliminatoria muy favorable a un Inter que se mostró muy superior a su rival. La infracción se produjo por mano dentro del área del delantero de Madagascar Anicet Abel.
Antes, el chileno Alexis Sánchez había enviado un remate de tacón al poste, y el propio Eriksen envió a la madera otro remate en el minuto 73.
El central italiano Andrea Ranocchia disputó en la ciudad búlgara de Razgrad su partido 200 con la elástica ‘nerazzurra’.
Con información de La Jornada