En diciembre de 2019 el líder norcoreano, Kim Jong-un, apareció montando sobre un corcel en el monte sagrado, Paektu. Este acto simbólico no pasó desapercibido para la prensa. Pronto se enteraron de que Kim suele importar sus caballos de Rusia. El experto en Corea Andréi Lankov explicó por qué el dirigente norcoreano apuesta por los corceles rusos.
Hay una razón sólida detrás del por qué los líderes norcoreanos son venerados por su pueblo. Los miembros de la familia de los Kim siempre aparecen majestuosos en los retratos, monumentos y fotografías, y representan el poder y la esperanza para los habitantes ordinarios del país. Para consolidar la imagen de un líder fuerte, Kim Jong-un recurre a los métodos que ya ponían en práctica su padre y su abuelo.
De hecho, trata de parecerse lo más posible a sus progenitores, y quizá las imágenes más emblemáticas de los líderes anteriores son aquellas en las que aparecen montando a caballo. Así que el dirigente actual también utiliza el mismo truco.
Teniendo en cuenta que en Corea no hay tradición de criar de caballos, el país tiene que importarlos desde el extranjero. Al analizar los datos de la Aduana rusa, se puede encontrar la información que indica que los caballos de Kim provienen de Rusia.
Según las estadísticas oficiales, entre 2010 y 2019 Pyongyang adquirió 138 caballos de Rusia de diferentes razas por un monto de 584.302 dólares, que es una suma considerable para la economía norcoreana. Solo en 2019, Corea del Norte importó 12 caballos por un total de 75.509 dólares.
Luego, se dio a conocer que en el pasado Corea del Norte comparaba los caballos de un potrero en la región rusa de Altái. Pero por ahora se desconoce de dónde proviene el último lote de caballos adquiridos en 2019. El potrero de Altái desmintió haber realizado aquella venta.
¿Por qué Rusia y por qué tanto dinero?
En este punto surge la pregunta de dónde es mejor comprar estos caballos purasangres. China no tiene mucha experiencia en la cría, y los países que sí gozan de tradición equina o están muy lejos o no mantienen buenas relaciones con Corea del Norte. Así que la única opción viable es Rusia, que tiene una buena tradición de cría de caballos, explicó a Sputnik Lankov, director de la consultora Korea Risk Group.
Además, importar caballos desde Rusia es más fácil porque los dos países tienen la logística bien montada. Entretanto, la propia Corea del Norte ve difícil criar sus propios corceles porque carece de una tradición de cría y de los recursos necesarios para hacerlo. Importar caballos de Oriente Medio —que tiene una larga tradición de cría equina— fue difícil porque es una región que está demasiado lejos de Corea del Norte, agregó.
“Las fotografías en las que Kim Jong-un luce galopando en el monte sagrado de los coreanos, Paektu, se hicieron públicas y la población de Corea del Norte las vio. Pero nadie explicó a los norcoreanos de dónde provenían estos animales. Esto es algo típico de este país: importan muchas cosas, pero la gente ni siquiera está al tanto de que son de origen extranjero, es un secreto”, dijo.
Es probable que haya personas dentro de Corea del Norte que se pregunten cuánto presupuesto nacional pudo ir a parar a la compra de purasangres, pero es incluso mucho más probable que casi nadie lo diga en voz alta porque siempre existe la posibilidad de ser arrestado y procesado.
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Aunque, al final, la mayoría de los norcoreanos, opina Lankov, cree que los caballos han sido criados en su país y, en todo caso, hay muy pocas personas que puedan hacerse una idea de cuánto cuesta un corcel.
“Hay otro factor muy importante. Ver a su líder montando a un caballo de purasangre debería causar orgullo en la población de la misma manera que causa orgullo ver una caravana de automóviles presidenciales de buena calidad, especialmente si son de producción nacional. Ningún país ahorra dinero en este tipo de cosas. Por eso es improbable que esto provoque indignación en la población norcoreana”, vaticinó.
La élite norcoreana puede permitirse comprar corceles pese a los problemas económicos. Y en todo caso, “no es el juguete más caro” que tienen a su disposición. De trata de “aristócratas de tercera generación”, como apunta Lankov. Por eso son propensos a dar estas cosas por hecho. Una tendencia bastante común, añade.
¿Cuáles son los orígenes de la tradición de montar a caballo?
Los miembros de la élite norcoreana son aficionados a montar a caballo porque es parte de su tradición. En el país se cree que el fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung —el abuelo del actual líder—, fue un jinete excelente y que organizaba la lucha contra los ocupantes japoneses mientras montaba a caballo, profundizó Lankov.
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Según el experto, los historiadores lograron rastrear de dónde provino ese mito. La leyenda es una mezcla de las biografías de Kim Il-sung y de uno de los predecesores que acabó siendo su mentor y un buen soldado de caballería. En cualquier caso, el mito encontró su lugar en la mitología oficial de Corea del Norte. Como consecuencia, los representantes de la familia Kim a menudo montan a caballo y lo hacen bastante bien. Montar a caballo es “un pasatiempo aristocrático”, precisa Lankov.
“Hay información que apunta a que adquirieron un poni para el hijo de Kim Jong-un, que es pequeño. Pero parece que ya ha llego el momento de que herede la tradición familiar. Es interesante señalar que las mujeres de la familia Kim también saben montar bien “, relató.
El reciente paseo a caballo por el monte Paektu es un tributo, una conmemoración de los eventos claves de la lucha del pueblo coreano contra la ocupación japonesa. En Corea del Norte se cree que precisamente en estos territorios se libraron los combates contra los agresores.
Pero en realidad los combates tuvieron lugar en otras áreas, sobre todo, en China. Pero, desde el punto de vista de la élite norcoreana, sería bastante extraño desplazarse hasta allí para recordarlo, por lo que es más sensato galopar por Corea del Norte.
La aparición de Kim Jong-un montando a caballo en el Paektu es un acontecimiento claramente simbólico que tiene que ver con el hecho de que los norcoreanos crean que en esta montaña estaba ubicado el centro de operaciones de Kim Il-sung; centro desde el que dirigía la lucha contra los japoneses. La creencia también resulta ser falsa, advierte el experto: el antiguo mandatario dirigió su lucha desde la Unión Soviética.
Pero el mito es el mito, y la historia sobre el heroico líder montando a caballo durante aquellos acontecimientos lo hace más interesante, en cierta medida. El dirigente actual aprovecha esta vieja leyenda, y lo hace bastante bien.
Con información de Sputniknews